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Por la publicación del diario de Caamaño

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Por la publicación del diario de Caamaño

Es un hecho, luego de la decisión del Senado, que los restos del héroe nacional Francisco Alberto Caamaño Deñó, tendrán como morada final el Panteón Nacional. Así debe ser, y esperamos que eso se cumpla en el mes de febrero de 2013, cuando se conmemore el 40 aniversario de su asesinato.

Pero esa acción debe ser acompañada de otra de gran trascendencia histórica: la publicación del diario que Caamaño escribió en Cuba y otros documentos en posesión de sus familiares y del gobierno Cubano.

Esos documentos pertenecen a la historia dominicana, a ninguna persona en particular. Para su obtención y publicación, desde ahora el gobierno dominicano debe hacer las gestiones de lugar, tanto con el gobierno cubano como con los familiares de Caamaño. Políticos, historiadores, intelectuales y todos los que buscan preservar la memoria de Caamaño deben reclamar la publicación de esos documentos.

Con respecto al diario, voy a contar una historia. Yo sabía que Caamaño llevaba un diario en Cuba. Y a principios de los años noventa empecé a inquirir acerca del paradero de ese documento. Mi intención era tratar de que se publicara.

Con ese fin, a finales de 1980 me entrevisté con Vicenta Vélez, la compañera de Caamaño en Cuba. Vicenta me confirmó la existencia del diario y me dio a entender que lo poseía, pero se negó a acceder a mi petición.

La historia del diario de Caamaño es ya conocida. Todavía no se ha publicado, pero no son pocos los que han tenido acceso a éste. Hace años, hacia el 2000, la periodista Ana Mitila Lora publicó fragmentos en el periódico Listín Diario. Hamlet Hermann lo cita en varias ocasiones y refiere parte de su contenido en su obra El Fiero.

En el 2009, más de diez años de haberme interesado por el diario de Caamaño tuve la suerte de tenerlo en mi mano. Agradezco ese favor a Claudio Caamaño, quien en la feria del libro de ese año prometió entregarme su copia manuscrita -el original según entiendo lo posee Vicenta Vélez- con el fin de que lo trabajara para fines de publicación.

Semana después me lo entregó y me puse a la obra. Fue una ardua labor. Aunque escrito, grosso modo, cronológicamente, el diario era muy desordenado. Se mezclaban fechas y acontecimientos, pero conociendo el contexto de los hechos que narra, pude interpretarlo. Las hojas en que fue escrito eran de diversos tipos y formatos, según el azar de las circunstancias.

Mi trabajo fue descifrar el todo, aunque la caligrafía de Caamaño, muy bella y recta, no ofreció dificultad. Sobre todo había que entender y contextualizar los contenidos. Dar un orden, digitar la mayor parte, pues Hamlet Hermann me había facilitado una parte digitada. Luego, corregir problemas sintácticos, ortográficos y gráficos: letras, mayúsculas, abreviaturas, etc.

Meses después, Claudio me pidió el diario y le devolví su manuscrito y el diario digitado por mí. También di copia digitada a Hamlet Hermann y al hijo de Caamaño, Francis Caamaño.

El diario así trabajado consta de 327 páginas y se extiende del 3 de noviembre de 1967 al 15 de enero 1973, con frecuentes interrupciones en días y meses. El año 1971 no aparece, inexplicablemente, en el manuscrito manejado por mí y sé que ese año fue muy importante en los planes de Caamaño en Cuba.

Solo para que se vea la importancia del contenido de ese diario, transcribo dos fragmentos correspondientes al mes de octubre de 1972 cuando Caamaño preparaba su partida de Cuba. Se refieren a Vicenta Vélez.

"Entregar a mis hijos: documentos, fotos, libros, etc., Ver lo referente a las dos pistolas que les dejo. Mapas del país luego de la OEA".

"…entregar todos mis libros a mis hijos, con una especial entrega de los 2 volúmenes de la Historia Patria de nuestra Tierra Quisqueyana. También darle libertad plena de disponer como lo estime conveniente de mis otras pertenencias de uso personal, material para trabajo, etc., etc."

Ese texto es muy importante para la historia dominicana. Ahí se exponen los acontecimientos y las ideas plasmados por Caamaño desde su llegada a Cuba hasta su partida. El plan de desembargo, por la vía marítima, ahí está esbozado.

Al diario le faltan correcciones y la edición final para la imprenta. No sé cuál es el plan que los familiares de Caamaño tienen con ese material. Espero por su publicación junto a todo el pueblo dominicano para febrero de 2013, cuando Caamaño debe ser llevado al Panteón Nacional.

matosmoquete@hotmail.com