PRD dividido y Ley de Partidos
Diario Libre
Los morados quieren pasarla ahora... Humm
A los perredeístas que vean si pueden dejar el cartón del bingo a medias y ocuparse de las fichas del dominó, pues si siguen descuidándose, los peledeístas podrían aprovecharse y hacer su propio juego.
Dice Abel, el de la Cámara, que este momento es adecuado para aprobar la ley de partidos, y la sociedad civil de FINJUS le llevó sus propuestas, entendiendo que la cosa va en serio.
Si los peledeístas asumen ahora el proyecto, después de haberle dado largas por años, deben tener razones muy suyas, y de seguro que ninguna que favorezca al principal partido de oposición.
Asoman dificultades con motivo del congreso en curso que pudieran resolverse con un nuevo estatuto de partidos, pues hay situaciones que de otro modo pudieran irse de las manos. Los peledeístas tienen claras sus coordenadas, ya que una comisión se ocupó de hacer su parte y sus puntos están muy definidos.
Se teme que la realidad de los perredeístas no sea igual, puesto que cada bando tendrá sus particulares observaciones y ninguna elaboración de conjunto.
Ya conocen el santo, ahora falta la seña.
A los perredeístas que vean si pueden dejar el cartón del bingo a medias y ocuparse de las fichas del dominó, pues si siguen descuidándose, los peledeístas podrían aprovecharse y hacer su propio juego.
Dice Abel, el de la Cámara, que este momento es adecuado para aprobar la ley de partidos, y la sociedad civil de FINJUS le llevó sus propuestas, entendiendo que la cosa va en serio.
Si los peledeístas asumen ahora el proyecto, después de haberle dado largas por años, deben tener razones muy suyas, y de seguro que ninguna que favorezca al principal partido de oposición.
Asoman dificultades con motivo del congreso en curso que pudieran resolverse con un nuevo estatuto de partidos, pues hay situaciones que de otro modo pudieran irse de las manos. Los peledeístas tienen claras sus coordenadas, ya que una comisión se ocupó de hacer su parte y sus puntos están muy definidos.
Se teme que la realidad de los perredeístas no sea igual, puesto que cada bando tendrá sus particulares observaciones y ninguna elaboración de conjunto.
Ya conocen el santo, ahora falta la seña.
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