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Argentinos se rebelan en las redes sociales contra trabas al ingreso de libros a su país

Dicen que los gobiernan gente que "prefiere liberar los goles a cambio de secuestrar los libros"

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Argentinos se rebelan en las redes sociales contra trabas al ingreso de libros a su país
Liberen los libros hace tendencia en Argentina.

BUENOS AIRES. Las nuevas trabas impuestas por el Gobierno argentino a la importación de libros y revistas desataron hoy una auténtica rebelión en las redes sociales del país, que convirtieron la polémica en tema del día.

Tuits como "LiberenLosLibros El intelecto es pensamiento. La cultura un necesidad" o "Estamos siendo gobernados por gente que prefiere liberar los goles a cambio de secuestrar los libros. #liberenloslibros" , inundaron hoy la red social en Argentina.

 La protesta virtual se debe a la entrada en vigor de una normativa que limita la importación de publicaciones extranjeras a aquellas cuyos contenidos gráficos no tengan más del 0,06 por ciento de plomo.

En la práctica, la iniciativa supondrá que los particulares que quieran recibir libros o revistas del exterior, tendrán que retirarlos del despacho de aduana del sector de carga del aeropuerto internacional de Ezeiza, a unos 35 kilómetros de Buenos Aires.  

La decisión, que según el argumento oficial pretende evitar a los usuarios los peligros derivados de las tintas con alto contenido de plomo, afecta a envíos valorados en menos de 1.000 dólares y con menos de 50 kilos de peso.

El presidente de la Cámara Argentina del Libro (CAL), Isaac Rubinzal, reconoció que la medida incidirá en las importaciones aunque admitió que puede beneficiar al sector interno.

"Si nosotros tenemos los mejores contenidos de Latinoamérica, tenemos que pensarlo por la positiva, ser mucho más exportadores de lo que somos. Y de última si hay que traer los libros que sean, que la compensación venga por el lado del crecimiento, y no por el decrecimiento de la importación", dijo a radio La Red. 

La iniciativa forma parte de la política proteccionista impulsada por el Gobierno argentino para limitar las importaciones y fomentar la industria local en todos los sectores económicos, que ha provocado duras críticas de empresarios y de países vecinos.

No es la primera vez que la estrategia gubernamental solivianta el mundo de la cultura.

El pasado año, las editoriales argentinas aceptaron buscar el "equilibrio comercial" solicitado por el Gobierno para lograr que se desbloqueara la importación de cientos de toneladas de publicaciones retenidas en la aduana argentina.

El sector editorial argentino importa, principalmente de España, Colombia, China, Uruguay, el 78 por ciento en volumen y el 67 por ciento en valores, de lo que se comercializa en Argentina, según cifras oficiales.

El Gobierno argentino pretende que las grandes editoriales extranjeras, la mayoría españolas, comiencen a imprimir sus textos en el país, donde se distribuyen entre 75 y 78 millones de publicaciones al año, señalaron fuentes del sector gráfico.