Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
revista

Eliminar el abuso infantil: Un compromiso de todos

Tanto la familia como la sociedad debe tomar conciencia de los daños que ciertas acciones causan en la vida de los menores

SANTO DOMINGO. Abril es el mes dedicado a concienciar sobre la lucha contra el abuso infantil. Seguir optimista para la obtención de los mejores resultados a favor de la niñez, es un compromiso tanto de la familia como de la sociedad.

La reflexión es de la psicóloga Olga María Renville, quien reconoce que cada vez es mayor la vulnerabilidad de los infantes ante la ocurrencia de maltratos hacia ellos. ¿Las razones? Son muchas. La exposición de éstos a conflictos familiares, la inversión de valores, y lo que es aún peor, la violación a sus derechos como menores de edad.

La profesional, del centro terapéutico "Psicológicamente", considera que tanto la familia como la sociedad deben tomar conciencia de los daños que surten ciertas acciones en la vida del niño o de la niña. "Y sobre todo, deben estar claros en lo que tiene que ver con el impacto que representa el abuso infantil en la adultez. Por ello insisto en que debemos fomentar la educación y la prevención del mismo", destaca.

La especialista sostiene que el abuso se da de varias formas: físico, verbal, sexual... Es tanto así, resalta la profesional que, cada vez que la pareja discute delante de un menor, violenta su derecho a la paz, y contribuye a dañar el estado emocional de éste.

Renville explica que en la formación del ser humano es donde se crean las bases de la personalidad y los encargados de la crianza del niño o de la niña deben velar por su sano desarrollo físico y sexual, a fin de lograr una percepción adecuada en estas áreas.

"Es importante que tengamos claro que abuso es cualquier conducta de maltrato adoptada por un adulto en detrimento de un menor de 18 años, en el aspecto físico (golpeando su cuerpo, pelas, etcétera); en el psicológico (insultos, gritos e incluso hacer que el niño sea testigo de actos de violencia en la pareja), y el sexual, el cual significa cualquier acción, insinuación verbal o física que involucre la sexualidad del niño o de la niña", explica la profesional.

La negligencia

Para Renville es importante que la familia, los centros educativos y la sociedad en sí conozcan sobre un término que se está abordando mucho en estos tiempos. Se trata de la negligencia, que es la falta de atención emocional, el descuido en la alimentación o salud del menor y la explotación e imposición al trabajo remunerado.

"Estas son las manifestaciones más comunes del maltrato o abuso infantil que cometen no solo los padres, sino también la sociedad. De ahí mi interés en que luchemos todos por la erradicación de este mal que afecta a tantos menores", resalta la sicóloga.

Considera que a los niños y a las niñas hay que prestarles una debida atención. Esto, porque a veces son presas fáciles del abuso por no contar con la protección que, como infantes se les debe privilegiar. "Cuando se conjugan una o varias manifestaciones de maltrato en el desarrollo de la infancia o adolescencia, estamos frente a un conflicto emocional que es causa de sufrimientos para los niños y altera su percepción respecto al afecto y su relación con los demás", precisa.

Argumenta que las consecuencias que deja el abuso en la vida de las personas pueden ser a largo plazo y crean en los individuos que la sufren mayor posibilidad o riesgo de sufrir trastornos conductuales, depresiones, adicciones, etcétera.

"Debemos tener claro que el niño o la niña no nace con defensas emocionales, físicas o mentales para protegerse de su agresor. En tal sentido, siempre es la víctima en estos casos, y es un deber enseñarles a identificar el abuso en cualquiera de sus manifestaciones, a fin de ayudarles a que aprendan a defenderse y cuidarse del mismo", enfatiza Renville.

Aspectos sencillos como enseñarles a conocer su cuerpo, a identificar cuándo un contacto es normal y cuándo no, reconocer situaciones de abusos, aprender a decir "No" y siempre denunciar el abuso a un adulto de confianza, pueden librar a los pequeños de este tipo de acciones tan perjudiciales para su sano desarrollo.