Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
revista

El Grupo Puntacana abre libros de condolencia

Expandir imagen
El Grupo Puntacana abre libros de condolencia
Oscar de la Renta y su hijo Moisés, cuando pequeño.

SANTO DOMINGO. El Grupo Puntacana ha abierto libros de condolencia por el fallecimiento de uno de sus fundadores y más importantes accionistas: Oscar de la Renta.

Los libros, los cuales han sido firmados ya por decenas de personas, se mantienen abiertos en las sedes de la propia Punta Cana, y en la sede del Grupo Puntacana en la Avenida Abraham Lincoln de esta capital. Otros libros fueron abiertos en algunas embajadas dominicanas del mundo, como la de La Habana, tal y como lo informó la comunicadora Socorro Castellanos, ministra consejera de esa misión diplomática en Cuba.

En otro orden, el diario español ABC y otros que se hicieron eco, han publicado unas palabras que en algún momento dijo Oscar de la Renta sobre su hijo Moisés a la revista “New York”: “Es el ser humano más dulce que conozco. Pero es increíblemente ingenuo. Si le das diez dólares, y le dices que pague con ellos un taxi, él terminará dándoselos a un ”sin techo”. No tiene sentido de autopreservación”.

Moisés, quien fue recogido de un basurero de La Romana por unas monjas, fue adoptado por el diseñador, a la muerte de su primera esposa, de lo cual quedó devastado. Así Moisés, se convirtió en el centro de la vida del gran dominicano, hasta que se casó con su segunda esposa Annette Reed.

Moisés, quien sigue los pasos de su padre en el diseño, aunque no está dentro del emporio de la moda que ahora encabezan dos de los hijos de la viuda de De la Renta.

Por su parte, El Mundo publicó en España, una amplia historia sobre Annette de la Renta (Niza, 1939), casada en primeras nupcias con el banquero Samuel Reed, con quien tiene tres hijos y contrajo matrimonio con Óscar en 1989. Filántropa y ‘socialité’, ejerció durante estos 25 años como la embajadora perfecta de un estilo de vida, cuyo precursor tuvo a bien resumir en la frase: “No hay nada más femenino que una mujer envuelta en un vestido de tafetán”.