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Padres: Ojo con el sexting

“Sexting” es el fenómeno de fotografiarse en actitud provocativa para enviar las imágenes a alguien de confianza

SANTO DOMINGO. Antes de pulsar el botón de publicar, piénsalo. Aunque el sexting se ha puesto muy de moda en todo el mundo, muchos ignoran el riesgo que acarrea llevar a Internet informaciones e imágenes privadas o inadecuadas, especialmente para la salud y la vida de un adolescente.

Los jóvenes y prepúberes son, en la actualidad, la población más vulnerable para sufrir las consecuencias negativas del denominado sexting, que consiste en el envío de contenido de tipo sexual, utilizando el teléfono móvil u otro dispositivo tecnológico y originados por el propio remitente, explica la psicóloga Arisleydi Sánchez.

Señala que regularmente este material es generado de manera voluntaria por su autor, quien luego corre el riesgo de pasar de una persona a otra, y ser difundido por la web y las redes sociales.

Esta práctica es una de las que más preocupa a los padres, quienes pueden visualizar la parte negativa que finalmente puede afectar la estabilidad emocional de sus hijos.

“Suelen hacerlo por pura diversión, para impresionar a alguien, como una forma de coquetear, como demostración de amor o para autoafirmarse”, analiza la experta, quien es psicóloga infanto juvenil y es experta en abuso sexual infantil.

La terapeuta, con consulta en el Centro Vida y familia Ana Simó, aclara que el sentido original del sexting se limitaba al envío de mensajes de textos, ya luego con el desarrollo de los teléfonos inteligentes este término se aplica de manera más amplia, e incluye el envío de fotografías y vídeos con contenido de cierto nivel sexual, tomadas o grabados por el protagonista de los mismos.

“Los jóvenes no ven riesgos en la exposición de sus datos personales a través de las nuevas tecnologías de comunicación. Resulta evidente que el menor no percibe ningún tipo de amenaza contra su privacidad, ni es consciente de las implicaciones desde el punto de vista de la seguridad”, dice Sánchez.

“Estos muchachos se confían mucho, porque entienden que a la persona que le envía su información es de su entera confianza, y que no haría nada por dañarlos. Entonces, la responsabilidad de los padres es hablar claro con sus hijos, y explicarles los conflictos que tienen al no tener cuidado en las redes sociales. Ser tan permisivo los puede poner en el ojo de un desaprensivo acoso cibernético”, apunta la doctora.

Factores de riesgo

Como factores de riesgos, la profesional menciona para tomar en cuenta: En muchas familias los menores son los que tienen el papel de expertos tecnológicos, situación que les puede conferir un exceso de confianza en el manejo de estas situaciones. Esto unido a que algunos padres tienen muy poco conocimiento acerca de las tecnologías de comunicación o se resisten a aprender sobre ellas.

Otra situación de riesgo para los púberes es la necesidad de identificación con su grupo de pares, fusionado a la menor consciencia para evaluar las consecuencias, así como la necesidad de encajar socialmente.

Elsexting puede convertirse en humillación pública, llegando a constituir ciberbullying, en caso de que compañeros del menor utilicen estas imágenes para burlarse o hacer comentarios públicos. También se puede presentar lo denominado sextorsión al chantaje en el que alguien (menor o mayor de edad) utiliza estos contenidos para obtener algo de la víctima, amenazando con su publicación.