José García, el librero de la Feria

Sobre el escritorio de José García hay un teléfono, una calculadora y una pila de marca páginas. Un grupo de jóvenes entra a la caseta de José Libros -como todos lo conocen- en la Feria Internacional del Libro, pregunta por la obra "El caballero de la armadura oxidada", del estadounidense Robert Fisher, y el vendedor les dice que se han agotado en la mañana. No tiene computador para verificarlo, pero tampoco le hace falta. Lo tiene todo en la memoria.

-Amo lo que hago, yo vivo esto-, confiesa José.

El señor, oriundo del municipio Licey al Medio, en Santiago, viste una camisa a cuadros marrones, blancos y azul cielo, remangada a los codos. Llega a la Feria a las 6:50 de la mañana y -al pasar el día de pie atendiendo a los compradores- ya se ha cambiado los zapatos por unos calipsos para estar más cómodo. No se irá hasta las 10:30 de la noche de la Plaza de la Cultura. A su izquierda tiene un abanico para mitigar los efectos de las 3:45 de la tarde de un mayo sofocante. Aunque intenta sentarse un rato, el flujo de personas que se le acercan a pagar un libro, a preguntar por un precio o por un título o autor, le obliga a mantenerse de pie.

A José Libros va mucha gente porque allí aparecen - a RD$100 y RD$200 y nunca a más de RD$300- desde Shakespeare, Nietzsche y Sade hasta Barack Obama y sus "Sueños de mi padre". Claro, sin olvidar al más buscado y comprado... Paulo Coelho. Este brasileño es el autor de entre 200 y 300 libros de los 1,000 que -en promedio- vende José cada día en la Feria. 

Este santiaguero es el "termómetro" de la actividad, en palabras del ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, quien pasadas las 3:30 de la tarde supervisaba el desarrollo de la Feria. Cada año -y José Libros lleva unos 12 años en la Feria- vende más de 10 mil ejemplares, para lo que se auxilia en 14 personas que trabajan con él en la caseta. Para García -quien es importador de libros-, este año las ventas están mejor que otros.

El precio a cobrar no es lo esencial para José. Algunas personas le pedían rebajas de entre 25% y 50%... el librero les preguntaba si ellos leerían los libros-la respuesta siempre era positiva- y se los entregaba con la reducción solicitada.

Mientras continuamente los y las jóvenes pasaban a pagar títulos de Paulo Coelho, Starlin Sánchez, un estudiante de psicología clínica de 20 años, se llevó libros de Sigmun Freud, Marqués de Sade y Friedrich Nietzsche. El estudiante de derecho Bernardo Figueroa -50 años- cuenta que le encanta leer. Figueroa llevaba un bulto con cinco libros de Juan Bosch y se ha comprado uno de Víctor Grimaldi sobre el expresidente Joaquín Balaguer en José Libros.

A lo lejos, en la caseta de José, se escuchaba el clásico merengue "Compadre Pedro Juan", de Luis Alberti. Para no dejar fuera el sabor caribeño, algunas casetas tenían bachatas para sobrellevar con música el tumulto de gente de esta tarde de sábado con una sensación de calor de al menos 36 grados Celsius.

En otros espacios las melodías eran más internacionales... Andrea Bocelli y Marta Sánchez interpretaban "Vivo por ella" en una radio mientras la voz desafinada de un vendedor de libros se escuchaba con fuerza entre el bullicio de los pasillos, haciendo el coro.

Un "sálvanos, señor" repetido se oía también enérgico desde un aparato de música, al pasar por el stand de una universidad evangélica, mientras que en una terraza en la parte trasera, una señora -micrófono en mano- predicaba a unos fieles allí concentrados... y a todos los visitantes de la Feria que pasaban por la zona.

La Vicepresidencia de la República celebraba este sábado en la Feria un concurso de "Música Urbana" enfocado en la prevención de la violencia machista. En su stand, la competición era de matemáticas y 12 pantallas planas -otras dos se usaban en el consurso- reproducían mensajes de Margarita Cedeño y promociones de los programas que apoya la Vicepresidencia. 

Como no todo es pasión por los libros en la Feria, dos jovencitas de 13 y 14 años fueron a la Plaza de la Cultura a buscar matatiempos de Romeo Santos y otros artistas. Una de ellas dijo no haber leído cuentos del profesor Juan Bosch, expresidente de la República y principal cuentista dominicano. La otra joven expresó que había leído algo de Bosch hacía mucho, pero no recordaba ningún título.

Diario Libre