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Lunares bajo control, a veces requieren cuidado

Muchos lo ven como sinónimo de belleza, pero a veces hay signos que muestran lo contrario

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Lunares bajo control, a veces requieren cuidado

YOHANNA HILARIO

santo domingo. Para muchos el tener la presencia de lunares en sitios estratégicos de la piel es un atractivo. La abundancia de lunares es un sinónimo de belleza en países orientales como La India, de igual forma sucede con la lengua francesa, que los denominó "granos de belleza".

Estas pequeñas manchas o bultos que no sólo adornan la piel, se desarrollan a partir de las células productoras de pigmento, llamadas melanocitos y según la dermatóloga, cosmiatra y cirujana dermatóloga, Sónica Then Reyes, la gran mayoría de éstos son benignos. Sin embargo, ocasionalmente su crecimiento se puede desordenar y se pueden transformar en lunares malignos como por ejemplo el Melanoma Maligno, el cáncer más agresivo de piel.

La especialista manifiesta que la genética es muy importante porque influye mucho en la transformación de ciertas lesiones en la piel como lunares y verrugas, por ello entiende hay que tener un control estricto de las mismas sobre todo en el cambio de coloración, aumento de tamaño y si se ulceran, crecen fuera de lo normal o duelen, ya que son datos que te van hablando de malignidad, así como si se presentan en la planta del pie, en la mano en la boca, en la vulva, estos tienen mucho riesgo de transformarse.

Entiende que ya por el simple hecho de estar en esa localización requieren de un mapeado constante para prevenir daños a futuro.

"A pesar de que potencialmente todo lunar podría malignizarse, la probabilidad de que esto ocurra es muy baja. Si lo representamos en números, la probabilidad de que un lunar se torne maligno durante la vida de un hombre sano es de 1 en 3.000 y en una mujer sana es de 1 en 11.000", dijo.

Sin embargo, Then expresó que es clave considerar que esta probabilidad es mayor si la persona se ha expuesto mucho al sol o tiene familiares directos con cáncer de piel.

Destacó que los lunares tienen más riesgo de ser malignos en las piernas en las mujeres y en el tronco y pies en los hombres. Sin embargo, es muy importante considerar que existen otros cánceres de piel que no derivan de lunares y que aparecen principalmente en zonas de exposición solar (cara, cuero cabelludo, dorso de manos, entre otros.

Por ello recomienda disminuir la exposición solar mediante el uso de sombrero, anteojos y ropa larga; evitar la exposición entre las 11:00 y 16:00 horas y uso adecuado del protector solar. Las recomendaciones internacionales sugieren un chequeo anual con el dermatólogo a partir de los 20 años de edad. Además, está el autoexamen.

Afirmó que a mayor cantidad de lunares, más posibilidades de que se conviertan en cancerosos, pues mientras más lunares tiene una persona y especialmente si estos lunares tienen características poco comunes o atípicas, es mayor el riesgo de que se malignicen en el tiempo.

Entiende que es vital la prevención porque el pronóstico de una persona que presenta un cáncer de piel como un melanoma, depende principalmente del momento en que se realiza el diagnóstico. Es decir, si el melanoma se identifica precozmente el pronóstico es excelente, en cambio, si se detecta tardíamente la posibilidad de que el tumor maligno sea profundo es mucho mayor, lo que implica más riesgo de que haya ocurrido diseminación a los ganglios y a otros órganos (metástasis).

Cómo se tratan

Sónica, quien consulta en el Centro Médico Alcántara y González dijo que el tratamiento de un lunar maligno depende de qué tan avanzado esté. Si es incipiente, en general, la extirpación de la lesión es suficiente. En cambio, en casos avanzados, se debe recurrir a cirugías mayores que incluyen a los ganglios u otros órganos y ocasionalmente la necesidad de quimioterapia o radioterapia.

Refiere que el uso de la tecnología es vital, pues el único examen que da seguridad para diferenciar entre benignos o malignos es la biopsia y estudio histológico mediante un microscopio. Sin embargo, disponemos de otras técnicas tremendamente útiles para orientarnos. Estas incluyen la dermatoscopía, el mapeo digital de lunares y el análisis de lunares mediante softwares especializados (molescan).

Aclaró que todo el mundo presenta un número variable de nevus o lunares en el cuerpo. Dependiendo del número y forma de los mismos del tipo de piel, y de la historia familiar, ciertas personas tienen un mayor riesgo de presentar un melanoma, una peca maligna que puede evolucionar hacia la extensión con metástasis e incluso la muerte, si no es diagnosticado a tiempo.

"Los principales factores que se asocian con mayor riesgo de tener un lunar maligno son antecedentes personales o familiares de melanoma, alto número de lunares, exposición solar excesiva (especialmente quemaduras solares intensas ocasionales), color de piel y ojos claros. Las personas con estas características deben ser muy cuidadosas", concluyó.

 Cuándo preocuparse

La dermatóloga dice que una manera simple y de gran utilidad para reconocer lunares potencialmente peligrosos es el ABCDE.

Asimetría: Lunares en que si trazo una línea imaginaria en su mitad, se aprecian asimétricos.

Borde: Son los lunares con bordes irregulares.

Color: Estos son los lunares con más de tres colores.

Diámetro: Los lunares de más de 6 mm de diámetro.

Evolución: Lunares que con el tiempo aumentan de tamaño, forma, color o, pican, duelen, arden o sangran. Ante cualquiera de estas cinco observaciones se sugiere consultar con el dermatólogo.