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Un San Valentín afrodisíaco

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Un San Valentín afrodisíaco

SANTO DOMINGO. ¡Cuánto saben los comerciantes que justo cuando uno comienza a asomar la cabeza después del tsunami de Navidad y Reyes, venir a salir con este cuento de San Valentín!

Románticos o no, es una fecha para cumplir y quedar bien, so pena de que nos borren con “aquello” de felino doméstico.

Hay quienes se decantan por fragancias y joyas; otros pasan las mil y una, intentando reservar en un restaurante al que nunca han ido. Algunos, y son muchos, apelan a la creatividad cuando el parejo pide “champán”, y su bolsillo no alcanza para cerveza.

San Valentín es el día afrodisíaco por excelencia. La palabra se pone de moda, y no sé por qué todo el mundo piensa en mariscos, desconociendo quizás que los hay mucho más poderosos... y más baratos.

Comencemos por lo básico: Dependiendo del diccionario que consulte, afrodisíaco es toda aquella droga que induce a la lujuria carnal. Para otros menos fogosos, dícese de cualquier sustancia que “en teoría” aumenta el apetito sexual. Su nombre es una referencia a Afrodita, diosa griega del amor, que surgió de la espuma del mar cuando el dios Cronos mató y castró a su padre, arrojando sus genitales al océano.

Pero desde que el mundo gira sobre su eje, los hombres (y no hablo en forma genérica) han buscado la forma de prolongar el placer ayudándose de cuanta cosa se huela, se unte, o se cocine sobre la faz de la Tierra. Algunos afrodisíacos suelen funcionar estimulando los sentidos (vista, tacto, olfato, oído...) y otros se toman en forma de alimentos, bebidas, “filtros amorosos”, drogas o preparados medicinales. En el “Kama Sutra”, texto hindú antiquísimo se indican muchas maneras para que el hombre incremente su vigor sexual con alimentos tales como leche y miel, fuentes primarias de energía.

En China son famosos los remedios a base de hierbas o raíces (gingseng) para potenciar la longevidad y el vigor sexual. Los árabes preferían perfumes y fragancias, mientras que los sajones encontraron en las plantas con apariencia fálica (zanahoria, espárragos...) el estimulante que necesitaban.

Como cada quien sabe lo que le gusta o necesita, comparto con ustedes una lista de afrodisíacos esenciales; algunos tan naturales que aparecen en cualquier despensa y usted desconocía que servía para tanto. Si no quiere ponerse a inventar en un día tan especial, lo entendemos. Es mucho lo que se arriesga.

Espárragos: Su forma fálica ayuda a considerar al espárrago como comida afrodisíaca. Hervidos o al vapor surten el mejor efecto. The Vegetarian Society sugiere que comer espárragos durante tres días seguidos provoca el más poderoso efecto.

Almendras: Han sido símbolo de fertilidad a lo largo de los siglos. El aroma se piensa que induce a la pasión en la mujer. La sugerencia es ofrecer mazapán o turrón en cenas románticas o especiales.

Chocolate: Los aztecas se referían al chocolate como “alimento de los dioses”. Contiene componentes químicos con efectos neurotransmisores en el cerebro y una sustancia parecida a la cafeína llamada “teobromina”. Contiene más antioxidantes que el vino tinto. El secreto de la pasión, a decir de algunos, es la combinación de estas dos sustancias.

Ajo: Se dice que el corazón de ajo remueve los deseos sexuales... siempre y cuando su pareja lo coma con usted.

Miel: En tiempo de los egipcios, muchos de sus medicamentos estaban hechos a base de miel, incluyendo las curas para la esterilidad y la impotencia. Los amantes, en su “luna de miel” bebían antiguamente agua con miel y cebada. Se dice que la “jalea real” es un estimulante general con resultados seguros y prolongados.

Ginseng: Un té tibio, quince minutos antes de empezar la sesión es un brebaje totalmente seguro. Remedio infalible entre los orientales..., y fíjense que son muchos...

Manzana: Eva la utilizó con mucho éxito, y es posiblemente el primer afrodisíaco conocido, aunque usted no se crea el cuento. Si a ella le dio resultado, ¿por qué a usted no?

La lista es interminable y muy variada, y pasa de lo sublime a lo ridículo. De la mamajuana al viagra, pasando por todo lo anterior. Si no es gente de mucha creatividad, el champán, las rosas y un anillo de compromiso con diamantes de verdad funcionan en el 100% de los casos.

Particularmente pienso que es un asunto de fe. Si no tiene mucha confianza en sus “poderes”, le recomiendo volver a leer el párrafo anterior. Que pase un feliz y muy caro día de San Valentín.

himilcetejada@live.com

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