El juego del héroe, Misión Imposible:Nación secreta

Santo Domingo. Uno de los fenómenos de la producción audiovisual en este inicio de siglo ha sido el reciclaje de contenido desde la televisión al cine. Varios son los filmes que retoman historias escritas primero para la pantalla pequeña.

Uno de los casos más exitosos ha sido la serie “Misión Imposible”, que ha encontrado en el personaje Ethan Hunt una renovación acorde a los tiempos actuales, y en la persona de Tom Cruise un productor decidido a jugársela por mantener la franquicia.

Un fósil de la Guerra Fría

La serie original escrita por Bruce Geller era tributaria de la Guerra Fría y, además, de entretener recordaba la amenaza constante del espionaje enemigo. Se escribieron 171 episodios entre 1966 y 1973. La característica principal de aquellas historias era el uso del ilusionismo, con el cual un grupo de agentes secretos lograba engañar y desbaratar los planes de organizaciones criminales. Si bien el enfoque no ha cambiado en esta nueva etapa, sí lo han hecho los métodos. El trabajo de inteligencia se combina ahora con la acción de campo: vehículos veloces, tiros, demoliciones y asesinatos. Sin duda se perdió elegancia y estilo; es posible que se haya ganado público.

La historia

El agente Ethan Hunt es un fantasma, a quien el director de la CIA busca para pedirle explicaciones; su unidad es desmantelada y su presupuesto congelado. Hunt está solo contra una organización llamada El Sindicato, compuesta por ex agentes de servicios de inteligencia de varios países dados por muertos. Solomon Lane, un frío y calculador asesino, es el líder que mueve los hilos detrás del telón; Ilsa Faust es su marioneta favorita, a quien encarga asesinar a Hunt, pero la bella espía nunca cumple su tarea.

Con la ayuda de sus camaradas, Hunt le sigue el juego a Vinter, pero es un tablero en el que nadie sabe para quién en realidad trabaja.

Relato y personaje

Londres, Viena y Marruecos aportan sus calles y edificios emblemáticos para escenas a toda velocidad. Pese a contar con buenos actores, el relato se concentra en Hunt hasta límites al filo de la credibilidad y del buen gusto. Es un Hércules post moderno, con la astucia de Ulises y las armas de Aquiles. Llega a parecerse al juego de pelota del barrio en el que el niño rico es el dueño del bate, del guante y de los uniformes.

La música

Quizás el aspecto más destacable de esta producción es la música. El tema compuesto por el músico argentino conocido como Lalo Shifrin en 1966, tiene aquí una segunda vida en las manos de Joe Kraemer, quien le insufla nuevos aires y matices. Sutiles y vigorosos llegan a sonar los compases utilizados como leiv motiv y como música incidental.

Entretenimiento y cine

Como filme de acción, el relato cumple con la promesa del entretenimiento a fuerza de persecuciones, combates y tecnología de última generación. Tom Cruise logra su objetivo, y se mantiene vigente en un tipo de cine hecho para pasar el rato, y que en rigor poco aporta en términos narrativos, historias como esta ya las hemos visto, y hasta más contundentes.

Recomendable para los nostálgicos de una era y para quienes gustan de los filmes de acción que permiten jugar a ser el héroe por un par de horas.

Mario Núñez Muñoz