Geraldine Chaplin: “Dólares de arena es la película más bonita que he hecho”

SANTO DOMINGO. La presencia de Geraldine Chaplin en la película "Dólares de arena", de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas es un bautizo para el cine dominicano, que viene de los orígenes del séptimo arte.

Ha venido al Festival de Cine Global Dominicano, donde la película que protagoniza ha sido la encargada de inaugurar el evento. DL habló con ella.

P. ¿Dónde es que Ud. vive?

R. Últimamente en los aviones. Yendo a muchos festivales con la película.

P. Sorprende Ud. en Dólares de arena con un papel muy novedoso...

R. Yo creo que es la película más bonita que he hecho. De verdad, Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas son dos directores de los cuales he visto su película Jean Gentil, y lo único que quería era conocerlos. No me imaginaba que iba a poder trabajar con ellos. Y ha salido esta bella película.

P. ¿Cómo puede una persona de tanta experiencia en el cine encontrarse de pronto con un personaje así a estas alturas?

R. Cada papel es diferente, claro, porque cada ser humano es diferente. Y este ser humano es un ser extraño, con la edad que tengo ya, 70 años, pues he pasado de hacer abuelas, cine de terror. Y ahora, de repente, esto. Sí, muy interesante, muy bonito.

P. ¿Usted conoció a la coprotagonista cuando se enfrentaron el plató?

R. Sí, fue un gran desafío para Laura e Israel. A esta chica la hemos visto bailar en una sala de fiestas, muy mona y ella bailaba divinamente. Laura se acercó, y le ha dicho si quiere hacer cine. Y la chica enseguida se ha visto como estrella de cine, ¡y dijo que sí! ¡O sea, que era un reto, un desafío... ¡y acertaron! Porque es maravillosa. Acertaron completamente.

P. ¿La película le ha permitido descubrir otra República Dominicana?

R. Sí, definitivamente. Había estado una vez aquí, en el festival. Y la segunda vez estuve siete semanas aquí, en Samaná. En un paisaje sensual, maravilloso, haciendo una película que yo sabía que iba a ser maravillosa.

P. ¿Cuando Ud. hizo Candilejas, en 1952, junto a su padre Charles Chaplin, tenía Ud. conciencia de lo que estaba haciendo?

R. No, no. La cosa más maravillosa de esto fue que no tenía que ir al colegio. Entonces era un día así: vamos a trabajar, no tenemos que ir al colegio.

P. ¿Y cómo fue la relación allí con su padre?

R. En el set yo le veía que hacía de borracho, que intentaba meter la llave en la puerta, y me reía. Y me decía: No, no, no, te puedes reír. Tú estás haciendo un papel, y me tienes que decir una frase, "Mrs. Olson is out", "La señora Olson no está"... Y realmente no era mucho trabajo. Pero era mucho más divertido que el colegio.

P. ¿Eso dónde fue?

R. En Estados Unidos.

P. ¿Y cómo fueron sus relaciones con su abuelo Eugene O'Neill?

R. Inexistentes. Cuando mi madre se casó con mi padre, Eugene O'Neill rompió con su hija. Él decía: "Este viejo verde con treinta y tantos años más que ella, que seguramente miente en cuanto a su edad, porque todos los actores mienten sobre su edad", y cortó con ella.

P. ¿Y nunca pudo recomponerse esa relación?

R. No. Luego echaron a mi padre de Estados Unidos. Nos fuimos a Suiza, y ahí al año, o a los dos años me parece, murió. En el 53 me parece, por ahí.

P. Sin embargo, eso hace que Ud. lleve por la vida ese regalo. Llevar sobre sus hombros a su padre Charles Chaplin y a su abuelo el premio Nobel de Literatura, Eugene O'Neill.

R. Me encanta que me lo digan, y me encanta cuando voy a Estados Unidos que dicen, "¡Ahhh, la nieta de Eugene O'Neil!". Y digo, Sí, soy yo. Me encanta, de verdad es maravilloso.

P. Su papel en Dr. Zhivago fue importante en su filmografía...

R. Sí, fue la película donde yo me enamoré de mi trabajo. Porque había empezado a hacer cine por capricho, porque decía, bueno, con el apellido va a ser fácil. Y en efecto, fue muy fácil. Enseguida tuve un agente, y enseguida tuve trabajo. Pero en Dr. Zhivago me enamoré de mi trabajo.

P. ¿Por el personaje o por la dinámica del trabajo?

R. No, por el trabajo. Porque de repente me di cuenta que no era tan fácil. Que el ser humano es infinitamente complejo. Y que cada papel era un ser humano. Incluso, a esta joven edad me di cuenta de esto; que esta persona había tenido un pasado, había nacido, había crecido, había vivido una vida que yo no he vivido, y que me lo tenía que imaginar, me lo tenía que vivir. ¡Y qué bonito poder hacer esto! Con la psicología y buenos directores, claro. Porque David Lean fue genial.

P. Sí, y Ud. ha tenido la posibilidad de trabajar con importantes directores como Scorsese, Altman, Resnais, Almodóvar, con Saura -que fue su esposo-; ¿cuál de ellos es el que más la ha marcado a Ud.?

R. Laura Amelia e Israel. Y lo que digo es verdad, es verdad.

P. ¿Y por qué?

R. Porque de repente tener este sueño hecho realidad, de ver un cine que me gusta tanto, y de ser invitada a participar en este cine. ¡Nunca pensé!... Aunque sí, ya me pasó otra vez, con Sanjinés.

P. ¿Ah, con Jorge Sanjinés, el boliviano?

R. Admiradora de su obra, cómo iba a pensar yo que voy a entrar en una película de Sanjinés, donde está todo hablado en quéchua. Y de repente un día se me aparece, y me dice, "tengo un papel de una europea que ha ido..." y, he trabajado con él.

Así que es la segunda vez en mi vida que me pasa lo de soñar con cineastas que parecen imposibles, y poder trabajar con ellos. Porque ¿quién iba a pensar que yo iba a trabajar con Laura Amelia y con Israel?

P. Ellos dicen lo mismo de Ud. ¡"cómo íbamos a pensar nosotros que íbamos a trabajar con Geraldine"!

R. Tenemos una sociedad de admiración mutua.

P. Logra Ud en Dólares de arena una pasión contenida...

R. Sí, es el animal moribundo que se enamora, y no sabe exactamente si es de esta chica, o es de la isla o es del paisaje, todo está mezclado con una especie de añoranza, de saudade, de lo desconocido, quizás del pasado, pero no del pasado. No sé si es el adiós o esta melancolía barata.

P. Que tiene como fondo la bachata.

R. ¡Oh, Ramón Cordero, por favor! ¡Por favor! ¡Qué cosa más bella!

Filmografía

Nacida en Santa Mónica, California, el 31 de julio de 1944, y con más de 60 películas a su haber, Geraldine Chaplin inició su vida artística con Candilejas (1952). Incluye además, entre otras, Doctor Zhivago (1965), Peppermint frappé (1967), La madriguera (1969), Z.P.G. (1972), Los tres mosqueteros (1973), Ana y los lobos (1973), Los cuatro mosqueteros (1974), Nashville (1975), Cría cuervos (1975), Noroît (1976), Bienvenido a Los Ángeles (1977), Elisa, vida mía (1977), A Wedding (1978), Recuerda mi nombre (1978),

 Mamá cumple cien años (1979), El espejo roto (1980), Chaplin (1992), Finisterre, donde termina el mundo (1997), María, Madre de Jesús (1999), Diario de una ninfómana (2008), Brontë (2009), La isla interior (2009), El hombre lobo (2010), Memoria de mis putas tristes (2011), Amar en Madrid (2013), Dos Fridas (2013), Mi Otro Yo (2014), Amapola (2014), Dólares de Arena (2014) 

Alfonso Quiñones