“Hardcore Henry”, alianza entre el video juego y el cine

SANTO DOMINGO. El cine siempre ha caminado junto a la experimentación. La técnica ha devenido en formas narrativas y viceversa, generando un intercambio creativo sostenido. Todo indica que ello seguirá ocurriendo, dadas las relaciones entre la electrónica y el séptimo arte. En artículos anteriores hemos destacado que en algunas películas dirigidas a audiencias juveniles se utilizan formas de narrar relacionadas con el video juego.

Nos referimos a la identificación del espectador con un héroe que debe recorrer un camino lleno de obstáculos, diferenciados por niveles, para llegar a una meta siempre lejana. Ejemplo de lo anterior es este filme ruso de ciencia ficción, que ha logrado saltar las barreras de la distribución y la cultura, gracias a su forma basada en ciertos hábitos de consumo de la juventud actual.

Un ciborg que huye

Henry es un ciborg militar, mezcla de humano y máquina, que está siendo reparado en un laboratorio por Estelle, su controladora. El proceso es interrumpido por Akan, un ser con poderes telekinéticos que quiere apropiarse del ciborg. Estelle y Henry huyen del lugar, iniciándose una larga persecución en la cual son ayudados por Jimmy, el desarrollador original de la tecnología que creó a Henry y enemigo mortal de Akan.

El protagonista y la ciudad

La principal característica de esta producción es que está filmada completamente desde el punto de vista de Henry, el ciborg. De manera que toda la acción se visualiza de manera subjetiva, como si el espectador fuese el protagonista.

El recorrido de Henry por la ciudad de Moscú pudiera parecer en principio algo banal, pero los lugares y los personajes con los que trata, van dando cuenta de un entorno grotesco, decadente, corrupto y cargado de violencia.

La forma

Si bien la forma no es nueva, lo novedoso está en la combinación de elementos y en la idea de llevar hasta el límite una forma narrativa compleja, tanto para la técnica como para el relato. Ello, porque al optar por sólo una manera de contar la historia, se obliga al espectador a sufrir las limitaciones de la tecnología óptica.

La permanente visión en gran angular y la acelerada dinámica de la puesta en escena, puede terminar cansando al más aficionado de los video juegos. Otros aspectos son el uso constante de un humor corrosivo y una estética cercana al punk.

Violencia, relato y cine

Desde las películas de Bruce Lee el cine moderno de “acción” ha seguido un mismo patrón, el cual se traspasó al video juego de tipo bélico o pugilístico. Para llegar al enfrentamiento con el antagonista, el protagonista debe derrotar a un sin número de esbirros, los cuales van poniendo a prueba las habilidades del aspirante. Para que esto funcione, el antagonista debe ser extraordinario, así, el protagonista va escalando niveles hasta llegar al momento culminante. Cabe señalar que en términos narrativos, el video juego no ha hecho más que individualizar el enfrentamiento y masificar su uso, en una vuelta de tuerca tecnológica que nos remite a los orígenes del cine, específicamente a las máquinas tipo Nickelodeon, hoy transformadas en consolas de video.

Como ejercicio narrativo el filme resulta interesante, y es posible que abra un nuevo filón para la producción para este tipo de relatos, en la medida que el mercado vaya acercando las formas audiovisuales de entretenimiento. Pero poco más puede esperarse. Recomendable para quienes gustan de la ciencia ficción y los video juegos.

Mario Núñez Muñoz