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Contracciones

Aunque en otras lenguas son muy frecuentes, en español disponemos solo de dos contracciones: al y del. Resultan de la combinación de las preposiciones a y de con el artículo el (a + el = al; de + el = del). Cuando estas preposiciones van seguidas de este artículo en la secuencia oral o escrita las dos vocales que quedan en contacto se funden en una sola. Sin embargo, hay tres casos en los que esta contracción no se produce. Conocerlos nos ayudará a resolver dudas en nuestra expresión escrita.

No contraemos la preposición y el artículo en los casos de nombres propios en los que el artículo el forma parte integrante de la denominación. Un ejemplo de un nombre propio referido a persona: La exposición de pintura de El Bosco despierta interés en su inauguración. Sucede de igual forma si se trata del título de una obra. La mayoría de los visitantes se concentraron delante de El jardín de las delicias.

Si el nombre propio es un topónimo, es decir, se trata de un sustantivo que se refiere a un lugar o a un accidente geográfico, se aplica la misma regla. Si el artículo está incluído en el nombre propio no se produce la contracción: los habitantes de El Salvador; una visita a El Cairo. En cambio, si el artículo no forma parte integrante del nombre propio, la contracción es preceptiva: las calles del Perú, las aguas del Caribe, con vistas al Atlántico.

La presencia de un signo de puntuación, como las comillas, entre preposición y artículo impide también la contracción: Lo tildó de "el más tigre del barrio".

Probablemente, como me ha pasado a mí, se han encontrado en la duda más de una vez. Manejar estas sencillas reglas puede sacarlos de un apuro.

Twitter: @Letra_zeta

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