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Salvemos los tiburones, salvemos los océanos

El 11 de diciembre se anunció en un periódico local la celebración en febrero de un "torneo de Tiburones y Festival" en el Malecón de la capital, para "honrar" la memoria de varios notables dominicanos.

Llama la atención que se permitirá pescar tiburones de 25 libras en adelante, lo que significa que se cazarán muchos juveniles. Nos informan los especialistas en este grupo que la mayoría de los tiburones que viven en nuestras aguas son especies amenazadas.

Siempre que se realizan estos torneos, el Tiburón Gata, una especie inofensiva, es la víctima propicia. El Ministerio de Ambiente debería disuadir a los organizadores de este absurdo torneo. Es paradójico que celebremos el mes de la Patria destruyendo su patrimonio natural.

Se calcula que cada año se matan entre 70 y 100 Millones de tiburones, la mayoría de ellos por sus solicitadas aletas. La forma en que se "cosechan" las aletas es espeluznante: los suben a los barcos y, a menudo aún vivos, les cortan las aletas y vuelven a echarlos al mar. Vivos aún, pero sin aletas, no pueden nadar o navegar y se hunden lentamente en las abismales profundidades del mar.

Una vez en el fondo, se contorsionan de un lado a otro buscando desesperadamente como irrigar sus agallas con oxígeno. Finalmente, luego de horas (en algunos casos días) de agonía, mueren asfixiados.

Una libra de aleta de tiburón en polvo cuesta alrededor de US $300 dólares en el mercado. En algunos casos se usa la carne, pero la causa principal de la captura son las aletas. Existen grandes mercados en Japón, Singapur y Corea, pero el más grande y de mayor crecimiento es el de China.

 

El progreso de la clase media y alta en China aumentó el consumo de aletas de tiburón. Se trata de una industria criminal, descontrolada y sin ninguna supervisión, pero que mueve millones de dólares.

Lo peor de todo es que no se trata de un alimento de primera necesidad para los niños asiáticos. Las aletas de tiburón no tienen sabor y sólo sirven para darle textura a la sopa, que casi siempre es de pollo o cerdo.

Además, su alto contenido de mercurio es causa de enfermedades tales como malformación del feto y disfunciones sexuales. ¿Entonces, por qué las comen? Porque da prestigio. Es un "bocado de Cardenal" que, como fue durante mucho tiempo privilegio exclusivo de los emperadores, sirve para hacer ostentación de riqueza y mostrar respeto por los invitados.

Sólo que, con la proliferación del consumo capitalista en China, se ha convertido en un problema mundial. Según la Unión por la Conservación de la Naturaleza, una tercera parte del total de 64 tiburones oceánicos están en peligro de extinción.

Varios rasgos de los tiburones los hacen vulnerables. Crecen lentamente y tienen pocas crías comparados con otros peces. Algunos "paren" sus crías y otros ponen huevos. Muchas especies son carnívoras pero las hay también que se alimentan sólo de fito o zooplanton. Algunos no alcanzan la madurez sexual hasta que pasan de los 10 años.

Sin embargo, los tiburones son imprescindibles para la supervivencia de los océanos. Si se eliminaran los tiburones, las poblaciones de crustáceos, peces y mamíferos marinos se multiplicarían de tal manera que causarían un efecto "cascada" que haría colapsar al ecosistema completo.

Una advertencia necesaria: Los ecologistas, como los comunistas en sus días de gloria, son una internacional. Lo que le pasa a un ser vivo o a su hábitat en cualquier punto de la Tierra lo sabe el planeta entero a los pocos segundos. Torneos insensatos como éste podrían perjudicar nuestra industria turística.