"Oh querida selfie, haz que me vea flaca"

La selfie perfecta consiste en iluminación, ángulo y pose. Algunas personas lo tienen todo estudiado para que parezca natural y sin esfuerzo, aunque haya toda una producción detrás. Luego un par de filtros y efectos vintage por aquí y por allá, y la selfie está lista para ser compartida con todos tus seguidores en las redes sociales. Etiquetada, por supuesto, con su necesario hashtag para contextualizar.

Salir delgados es uno de los objetivos más importantes y generar comentarios y "me gusta"sobre nuestra figura, fundamental. Da la impresión de que el mayor cumplido que cualquiera puede hacer es: "¡Qué flaca estás!".

Y si utilizamos el filtro Valencia para que nuestra tez no aparezca demacrada y tenga ese toque  iluminadoe tan irresistible, también los hay que hacen uso de apps para que su selfie aparente hasta 15 libras menos que en la realidad. El dicho que afirma que la cámara engorda ha dejado de ser cierto.

SkineePix es una de estas aplicaciones para "definir" tu silueta, fotográficamente hablando. Disponible en iPhone y Android, promete rebajarte digitalmente 5, 10 o hasta 15 libras de tu instantánea. "SkinneePix hace que tus fotos se vean bien y te ayuda a que te sientas mejor. No es complicado. Nadie tiene que saberlo. Es nuestro pequeño secreto", se publicita en la tienda de descargas.

Hay que ver si adelgazando pixeles se consigue una imagen bella o una no muy saludable. Pero esa es otra cuestión.

Lo cierto es que SkineePix no es la única que promete la delgadez digital. Busquen Skinny Booth y sus autorretratos de caras lánguidas; o Bonbon Pic "Make me thin", un filtro que asegura que te verás 10 libras más flaca al instante: "¿Quién no quiere verse fabulosa en Facebook?", preguntan retóricamente los autores de esta aplicación.

Ahí está el asunto. El abuso de la selfie esbelta puede llevar a más de uno a sufrir un choque de realidad, cuando alguien vea su foto retocada y luego vea en persona a la persona en cuestión... y compruebe el engaño de la imagen.

Además, si las selfies se han vuelto tan populares es, precisamente, por su falta de perfeccionismo. A pesar de su toque narcisista, los buenos autorretratos digitales son los que transmiten la frescura y la verdad del momento, sin dietas digitales. O quizá la cosa ha cambiado y no nos dimos cuenta.

Diario Libre