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Moda

Lanvin se inspira en la realidad de París

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Lanvin se inspira en la realidad de París

El próximo otoño-invierno de la casa francesa Lanvin será "más generoso, más amplio, más fluido", como se pudo observar en su desfile en la Escuela de Bellas Artes, en la última jornada de la Semana de la Moda Masculina de París.

El director artístico de la división masculina, Lucas Ossendrijver, incidió en el hecho de que estos diseños son el fruto del momento duro por el que atraviesa, entre otras, la sociedad francesa, que sigue conmocionada por los ataques terroristas de principios de mes. Ossendrijver se planteó qué podían hacer en este momento quienes se dedican a su oficio y, aunque desconoce la respuesta, consideró que "hay que intentar que (la moda) no sea triste", lo que no implica obviar las circunstancias.

Al fin y al cabo, el diseño textil cuenta con un gran potencial para la evasión puesto que, según el creador holandés, el arte al que se dedica está "para agradar, seducir, vestirse y disfrutar".

Las prendas que ha imaginado junto a Alber Elbaz, responsable creativo de la casa fundada en 1909 por la modista Jeanne Lanvin, tienen la sobriedad de una paleta cromática poco festiva y la consistencia de los materiales nobles de "inspiración muy clásica".

"Hay muy poco (tejido) técnico, todo es más lanudo", indicó Ossendrijver sobre una colección de algodón, príncipe de Gales o "tweed", que ha trabajado "de manera más moderna" y a la que ha incorporado también entrelazados y pieles.

Los cortes y estampados evocaron una actualización de la moda de los años setenta, por sus cinturas altas y sus camisas de motivos geométricos. Los volúmenes fueron tan holgados, fundamentalmente en pantalones y abrigos, que desdibujaron los cuerpos de los delgadísimos modelos que el diseñador tardó tres días en escoger, puesto que buscaba un tipo de hombre para cada conjunto.

"El objetivo es que al final las prendas pasen a un segundo plano, que el chico que las lleve no quede anulado, escondido detrás de ellas", justificó. Precisamente, la francesa Agnès b. es una de las diseñadoras que más importancia otorga a la personalidad de los modelos, como también dejó constancia hoy en su desfile que, como en ocasiones anteriores, fue uno de los más desenfadados y agradables del calendario parisino.

"Quiero que los modelos sean seres humanos, con proyectos propios", recordó a Efe una artista que en el documento entregado al público destacó las actividades a las que se dedicaban los hombres que pisaron su pasarela, ya sea danza, música, deporte o economía.

Sus presentaciones suelen estar abiertas a sus amigos y esta vez posaron con sus diseños el campeón del mundo de boxeo Jean-Marc Mormeck, para quien suele crear su vestimenta de combate, o el fotógrafo senegalés Omar Victor Diop. La colección invernal se tiñó de tonalidades oscuras y neutras, con "bonitos colores atenuados", como el rojo de un traje de chaqueta, o el mostaza de un abrigo de lana.

Las prendas atemporales de Agnès b. suelen tener un halo del pasado, ya sea por los sombreros fedora o las boinas, como por una los tejidos y los cortes, hasta el punto que esta temporada "podría estar en una película de Godard de los años sesenta o setenta".

En un espacio en el barrio de Le Marais, los argentinos Sebastián Ferraro y Gonzalo Ordóñez instalaron el "showroom" de "Not Guilty Homme", firma que fundaron en 2012 en Ibiza para plasmar su trayectoria artística y transmitir su forma de vida. "Mezclamos lo deportivo con lo 'streetwear'", aseguró Ordóñez sobre un repertorio en el que predominaron las sudaderas y camisetas de algodón, pero en la que también tuvieron cabida faldas de tablas y anillos que unen dos dedos.

El dúo creativo se inspira en lo que ve en la calle, como pasos de peatones y otro tipo de señales, para estampar motivos gráficos sobre unas prendas negras que defienden como ibicencas puesto que, como afirman, "el negro es el nuevo blanco". La isla balear proporciona un "escaparate internacional" a esta marca que produce en Portugal y que vende en Corea del Sur, Estados Unidos, Turquía o Italia, además de contar con una tienda de comercio electrónico.

Fotos: Getty Images.