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La crisis en el sistema de transporte y un plan de acción para su mejora

Trenes, teleféricos, metro, autobuses... los planes del Gabinete de Movilidad son ambiciosos. Esta es una guía para comprenderlos

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La crisis en el sistema de transporte y un plan de acción para su mejora
El gran problema del transporte en el Gran Santo Domingo son los tapones que pueden durar horas. (JUAN MIGUEL PEÑA)

El transporte en la República Dominicana representa uno de los principales retos que afectan a los ciudadanos de los principales centros urbanos. Los niveles de congestión han producido una pérdida del tiempo en las vías públicas, que se traducen en una falta de productividad y una afección en la calidad de vida de cada dominicano. Hoy en día, en ciudades como Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, que atraen la mayor cantidad de viajes y, por ende, los mayores niveles de congestión se pierden en promedio dos horas en “tapones”, que pudieran ser mejor aprovechados en tiempo productivo, de ocio o de integración familiar. 

A la vez, en República Dominicana el transporte representa una realidad social. Primero desde el punto de vista de los usuarios, que además del tiempo de viaje se ven afectados con el costo restrictivo de dos y tres pasajes, con un costo promedio de 55 pesos por viaje y 110 pesos por día en el transporte, con un gasto promedio mensual de RD$2,640 pesos solo para ir al trabajo, sin contar los viajes de ocio y diligencias igualmente necesarias. Esto representa mas del 25% de la canasta familiar y sueldo base de sustento de cada dominicano. 

En este mismo contexto, esta realidad social forma parte del sustento de vida de los sectores más marginados en las principales ciudades. El “concho”, “motoconcho”, “voladora” y el resto de la gama de unidades que se han acumulado a través de los años mediante los distintos proyectos con los sindicatos, o mediante esfuerzos propios de los choferes como empresarios independientes representan más de 16,000 unidades en mal estado que hoy circulan por las vías públicas para dar el servicio a los ciudadanos

Estas unidades envejecidas representan el sustento de choferes que trabajan cerca de 12 a 16 horas al día para llevar un sustento a sus familias, con un ingreso promedio de 15,000 a 25,000 pesos según la ruta. 

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Infografía
Foto de archivo de Diario Libre de un carro de concho en República Dominicana. (ARCHIVO)

Este “negocio del transporte” también ha bajado en picada, por los niveles de congestión que han hecho que las rutas sean poco productivas y no alcancen para cubrir los costos de operación de las unidades, y son insuficiente para pagar el gas o reparación de unidades para sustentar de manera técnico-mecánica mínimamente su funcionamiento. Todo esto sin considerar el COVID-19 que afectó de manera importante el flujo de pasajeros que acceden al sistema de transporte público.

En resumen, más allá de esta problemática histórica, las ciudades se encuentran en un estado de crisis debido a una reducción de la calidad del sistema de transporte público, frente a un vehículo privado que se establece como mejor alternativa para subsistir a los tapones con aire acondicionado, música y todo el confort que proporciona un medio de transporte individual. Se establece una inequidad y segregación importante a nivel social, porque viaja más cómodo solo el que puede pagar un vehículo privado, lo que aumenta el parque vehicular y la congestión.

El problema

Todos los dominicanos están conscientes del problema que representa el transporte, y todos somos expertos y sabemos la solución. Sin embargo, a pesar de los múltiples proyectos, programas, acciones e iniciativas, la realidad de la movilidad es que el tapón no se resuelve, sino que se mejora, pues ninguna ciudad del mundo ha eliminado a la congestión vehicular. 

¿Entonces, cual es el problema? ¿Cuál es la mejor solución? La realidad es que no hay soluciones a corto plazo, pues el problema reside en la forma en que nos movemos y en la educación vial. 

La forma en que nos movemos es el primer problema que debemos cambiar, para transformar el futuro de la movilidad. 

El vehículo privado es la mayor competencia a un futuro de la movilidad sostenible. En los últimos 5 años antes del Covid el parque vehicular creció en un 6% más que la población que crecía en 4%, con una tasa de motorización de cerca del 1.5. Es decir, una tasa de crecimiento de un carro y medio por cada ciudadano. Si nos salimos de los promedios, esto se traduce en que los hogares más privilegiados tienen 2 y 3 vehículos, lo que aumenta significativamente el parque vehicular. 

Al final, es un tema de espacio, no tenemos tanto espacio en las calles como para acomodar tantos vehículos, razón por la cual debemos tomar medidas para mejorar el transporte colectivo, priorizar su paso en las vías y descintivar el uso del vehículo privado, en un ejercicio de justicia social en la manera en que nos desplazamos. 

Estas medidas de priorización del transporte público son las que mejoraran las condiciones en el mediano plazo, para que todos nos movamos en un transporte sostenible. 

Esto acompañado de un ejercicio cívico de mejora en la educación vial, donde respetemos las señales y reglas de tráfico, reduzcamos las velocidades de recorrido y pacifiquemos la movilidad, permitirá que tengamos en el mediano plazo ciudades más sostenibles. 

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Infografía
El Metro de Santo Domingo es otro medio de transporte cada vez más usado. (ARCHIVO)

Plan de acción

Conscientes y con pleno entendimiento de esta realidad, la administración del Gobierno del presidente Luis Abinader Corona estableció un plan de acción ambicioso, que permita transformar la forma en que nos desplazamos, que mejore las condiciones del transporte público de manera importante y cambie la realidad en el mediano y largo plazo. 

Los proyectos de movilidad van orientados a mejorar la forma en que nos desplazamos al reducir los tiempos de viaje, bajar el costo de transporte y mejorar el confort y la calidad de vida en armonía con el medio ambiente.

El plan de acción se ha estructurado con base en estudios de rigor técnico establecidos en los Planes de Movilidad Urbana Sostenible de Santo Domingo y Santiago, desarrollados por el Intrant con cooperación técnica internacional principalmente de la Unión Europea, la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a partir de los cuales se han priorizado las siguientes acciones estratégicas y proyectos:

1 Mejora sustancial en la oferta de servicio de transporte público. Como primera acción es el más importante debido a que busca consolidar los viajes en sistemas de transporte sostenibles de alta capacidad y calidad. Para esto se ha planteado el Sistema Integrado de Transporte para las ciudades de Santo Domingo y Santiago de los Caballeros como principales centros urbanos que hoy experimentan altos niveles de congestión, por ser las ciudades de mayor actividad económica y concentración de viajes a nivel nacional.

El sistema integrado de transporte conformará una red estructurante mediante la implementación de sistemas de transporte masivo de alta capacidad y disponibilidad de servicio, conectado a un sistema de buses alimentadores que permitirán completar el servicio de puerta a puerta, en un sistema integrado de movilidad qué sea una verdadera alternativa al vehículo privado que la haga más competitiva en términos de comodidad, tiempo, dinero e impacto ambiental.

2 Racionalización de la oferta de transporte. Esta medida busca restringir la cantidad de vehículos que circulan en las vías de la ciudad mediante la regulación y chatarrización del parque vehicular. En el caso del transporte público se ha iniciado un proceso de sustitución de la oferta de servicios de vehículos privados de “concho” a autobuses de capacidad media y alta reduciendo la cantidad de vehículos en las vías principales de la ciudad como es el caso de la Núñez de Cáceres y próximamente de la avenida Winston Churchill y Charles de Gaulle. En el caso del vehículo privado se promoverá un programa de inspección técnica vehicular que permita reducir el parque vehicular que circula en las ciudades a través de la eliminación de los vehículos que no tengan las condiciones técnico mecánica para operar de manera segura en las vías públicas.

3  Gestión de la demanda de transporte. Esta importante acción estratégica permitirá la implementación de medidas que incentiven el uso de transporte colectivo en sustitución del vehículo privado individual. Entre esas se destaca la inducción de la demanda hacia el sistema integrado de transporte mediante la integración tarifaria y la creación de bonos de movilidad en coordinación con las empresas privadas como empleadores del sector formal, medidas de gestión del tráfico y direccionamiento vial mediante la creación de pares viales en coordinación con los ayuntamientos, regulación del estacionamiento en las vías públicas en paralelo a la creación de garajes de estacionamiento en alianza con el sector privado, y creación de carriles de alta ocupación vehicular con paso priorizado sobre el tráfico general.

4  Ordenamiento territorial integrado a la movilidad, mediante la creación de proyectos urbanísticos de vivienda y comercial alrededor de las estaciones de transporte masivo para incentivar el crecimiento organizado y sostenible. Así mismo, se estimulará la promoción de proyectos de reforma y renovación urbana, como es la creación y consolidación de terminales de transporte público interurbano regulando el acceso de vehículos al centro de la ciudad y la ocupación informal de las vías públicas; y la transformación de espacios públicos como la Duarte con París y el borde del río Ozama con la Avenida Paseo del Río en Domingo Savio. 

5  Consolidación de la reforma institucional. Esta acción está establecida en la ley 63-17 en la que se establece al Intrant como entidad planificadora y reguladora del sistema de transporte terrestre a nivel nacional, y se ordena la creación de empresas públicas o mixtas público-privadas para la operación de los sistemas de transporte público a nivel nacional, transformando las instituciones operadoras como Opret y OMSA. 

En esta acción, dadas las implicaciones de una reforma institucional de esta magnitud, el presidente Luis Abinader creó el Gabinete de Transporte presidido por el Ministerio de la Presidencia, e integrado por las instituciones del sector, con el objetivo de garantizar la coordinación de las acciones y proyectos que integran el Plan de Movilidad. 

En este mismo orden, se crea la Oficina de Desarrollo de Proyectos de Movilidad Urbana e Interurbana, adscrita al Ministerio de la Presidencia. 

Esta entidad funcionará como unidad ejecutora de los proyectos que integran el plan de movilidad, bajo la coordinación del Intrant como entidad planificadora y reguladora del sector, además de ser la entidad coordinadora del Fideicomiso para el Desarrollo del Sistema de Transporte Masivo (Fitram) con Fiduciaria Reservas, que establece un patrimonio autónomo y transparente para el manejo de recursos dedicados al programa de transporte.

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Infografía
La presencia de los motores, que parecen multiplicarse en las calles, es otro de los problemas del tránsito. (ARCHIVO)


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