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Suicidios
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¿Cómo actuar cuando a un estudiante le va mal en la escuela?

Los padres deben tener en cuenta si están educando a sus hijos, para ayudarlos a enfrentar los problemas que les imponga la vida

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¿Cómo actuar cuando a un estudiante le va mal en la escuela?
La tercera causa de muertes en adolescentes a nivel mundial es el suicidio. (SHUTTERSTOCK.)

Cuando un estudiante se quita la vida después de reprobar una materia o un curso no hay que buscar culpables en el profesor o el centro educativo donde estudió, porque el hecho es solo el detonante de una situación emocional que arrastraba.

La afirmación es del psicólogo clínico César Zapata, quien asegura que la frustración de reprobar una asignatura no conlleva a atentar contra la propia vida, si no existen factores de riesgo como la depresión, cambios bruscos en la conducta y fantasías de quitarse la vida, que por lo regular se da entre adolescentes.

Recuerda que la tasa de suicidio más alta es entre adolescentes y jóvenes de 14-24 años, que es la tercera causa de muertes a nivel mundial y que en el 2018 en la República Dominicana se reportaron más de 500 suicidios y de esos 444 fueron hombres.

Lo atribuye a que en el país educan la masculinidad con tendencia a la violencia, con baja tolerancia a la frustración y asumir que todo se le debe estar dado y salir a la perfección.

El suicidio es una forma de violencia autoinfligida donde la víctima y el agresor son el mismo sujeto.

“Si a eso se le agrega el factor de la depresión, habrá una altísima incidencia de suicidios en jóvenes que no tiene una orientación adecuada”, asegura el psicólogo.

Zapata, quien es también especialista en forma de violencias, señala que la primera voz de alerta que debe tener la familia con respeto al problema del suicidio son los cambios bruscos en la conducta, que implica aislamiento, alexitimia, esto último definido como “un desorden de tipo neurológico que genera en quienes la padecen una notoria incapacidad para poder controlar y reconocer sus propias emociones y, por lo tanto, los lleva a tener dificultades en materia de expresión verbal”.

Es lo que comúnmente los dominicanos dicen que se tranca cuando va a hablar de sus problemas.

Otros indicadores, dice el especialista en temas de conducta, es encerrarse en sus habitaciones, la pérdida de interés por actividades que antes les llamaba la atención, como el deporte y las reuniones con los amigos, la caída del ánimo y romper en llantos sin causas aparente.

También hiperactividad repentina, que se manifiesta con insomnio e inquietud, y el consumo de alcohol son otras situaciones que pueden llevar a las personas a atentar contra sus vidas.

El alcohol es un depresor y hay una alta tasa de relación entre alcohol y depresión.

“El suicida, generalmente, no lo hace por primera vez, casi siempre hay ideas suicidas, es decir, la persona ha tenido fantasía de suicidarse, verbalización de su intención de suicidarse y luego intentos de suicidio”, señala Zapata.

Agrega que eso significa que cuando una persona dice que se quiere suicidar, aunque sea en broma, debe ser considerado un caso de emergencia, tanto para la familia como para los profesionales de la conducta.

Es posible que durante el año escolar y el cuatrimestre o semestre haya otros estudiantes que también reprobaron la asignatura y no intentaron quitarse la vida, lo que confirma que esa no es la causa, sino el detonante de un estado psicológico alterado.

El caso de María

María (nombre inventado, para resguardar su identidad) es una joven de 18 años, inquieta y estudiosa. Sus calificaciones no eran de 100, pero tampoco estaban por debajo de los 80 y a lo largo de sus estudios preuniversitarios recibió reconocimientos por su buen desempeño académico.

El pasado año sufrió una frustración que le llevó a buscar ayuda de un especialista de la conducta. Su acumulado en matemáticas no le alcanzó para examinarse en la primera ronda de las Pruebas Nacionales.

Ahora en la universidad, luego de aprobar las pruebas, María de horroriza cuando ve que debe cursar la asignatura de matemáticas y dice que ese temor lo experimenta después de lo que le sucedió en el colegio.

Ella no intentó suicidarse, pero se mantiene bajo ayuda psicológica, para superar el trauma que le provocó reprobar la materia.

El rol de la escuela

No es papel de los educadores aprobarles las asignaturas a los estudiantes que no califican, pero sí prestarles la debida atención desde el inicio de curso para corregir las debilidades.

“Se debe trabajar paso a paso desde el principio, pero esa labor no es solo del maestro, el orientador o la orientadora, sino que la familia debe involucrarse, para revertir cualquier situación que afecte el ánimo del alumno”, dijo Altagracia Sosa, orientadora escolar.

Explica que a los estudiantes se les debe trabajar la inteligencia emocional y la autoestima y hacerles entender que reprobar una materia o un curso es normal, sino se esforzó para aprobarlo.

Para Zapata, el maestro no debe sentir culpa cuando un estudiante le reprueba si les dio las orientaciones adecuadas y trabajó con el alumno para que esa situación no pasara.

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Infografía

“Ninguna razón es la causa real del suicidio, eso se llaman detonantes emocionales”.

" "César ZapataPsicólogo clínico
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