Año escolar 2018-2019 reprobó en la seguridad de los planteles educativos

Si la seguridad de los liceos y escuelas públicas y sus entornos fuera una asignatura y se le tuviera que colocar una calificación al final, como ocurre con los alumnos, reprobaría su desempeño en el año escolar 2018-2019 que recién concluye.

Así lo revelan las heridas sufridas por dos niños de cinco años lanzados desde diferentes lugares de sus centros de estudios y otros cinco estudiantes de diferentes edades apuñalados en trifulcas. A esto se suma que uno de 13 años fue violado sexualmente, y 22 fueron afectados por el lanzamiento de una bomba casera y lesiones sufridas por una maestra al caerle un pupitre encima.

El caso más reciente de la cadena de hechos violentos registrados en las escuelas del país ocurrió el pasado viernes, cuando un estudiante de 17 años y otro de 16 resultaron heridos por armas blancas al protagonizar una pelea en la Escuela Primaria Eliseo Demorizi, en el municipio Santa Bárbara de Samaná. Los estudiantes fueron curados en un hospital de la zona y despachados horas más tarde.

En tanto, el 3 de junio un alumno de cinco años de la escuela María Altagracia Paula, del sector Villa Verde, en San Francisco de Macorís, provincia Duarte fue lanzado desde el segundo nivel de ese plantel por otro de ocho años, por lo cual resultó con traumas contusos en la cabeza y el cuello.

El mismo día en el interior de la escuela Francisco Prudencio Parra de la comunidad de Jacagua, de Santiago, le fue encontrada a un estudiante de 13 años una pistola cargada con cinco balas, que luego se determinó pertenecía a su padre.

De igual manera, a finales de mayo pasado, un alumno de 12 años de un centro del distrito municipal La Reforma, en Villa Riva, provincia Duarte, lanzó una piedra a un profesor que impactó a una compañera de aula que grababa un intercambio de palabras entre ambos.

También a finales de mayo se dio a conocer que un niño de cinco años que estudia en la escuela Morayma Veloz Báez, en Monte Plata, fue tomado por los brazos y los pies y lanzado desde las gradas de las instalaciones y sufrió golpes que ameritaron su internamiento en el hospital Robert Reid Cabral.

El 24 de mayo pasado un adolescente de 16 años del centro educativo Colonia de Juancho, en Pedernales, hirió con un arma blanca a un compañero de 13 durante una riña. El niño recibió una herida en el pulmón izquierdo, según los médicos que lo atendieron.

Aunque parezca casualidad, ese mismo día se difundió un vídeo grabado por alumnos del Liceo Juan Bosch, en El Almirante, Santo Domingo Este, en el cual se ve cómo una silla colocada por ellos sobre la puerta de un aula le cae encima a una profesora del centro y la golpea en la cabeza, sin que ningún estudiante la socorriera.

En otro hecho, a mediados de mayo, un adolescente de 16 años apuñaló a otro de 15 tras haber salido de clases del centro educativo militar San Miguel Arcángel “El Polvorín”, en Villa Mella, Santo Domingo Norte. En las redes sociales circuló un vídeo en el que se podía apreciar al menor mientras sangraba profusamente por las dos estocadas recibidas.

En septiembre de 2018 el país fue estremecido por la impactante noticia de que un niño de nueve años de edad de la escuela República Dominicana, ubicada en el sector Villa Juana Distrito Nacional había sido abusado en uno de sus baños por otro menor también estudiante de la escuela.

Estudiante mata a otra

Aunque el hecho no ocurrió propiamente en un centro educativo, el 25 de abril del año en curso la estudiante Chanel María Tiburcio, de 11 años, quien recibía docencia en la escuela Profesor Julian Amparo del sector Los Girasoles en el Distrito Nacional, falleció a causa de los golpes que alegadamente le propinó una compañera de 14 años, al protagonizar una pelea durante el retorno a casa después de clases.

Un reflejo de la sociedad

Psicólogos consultados recientemente por Diario Libre consideraron que los casos que ocurren en los planteles forman parte de la violencia que vive la sociedad, y que se reproduce en la escuela.

“La violencia en la escuela es un reflejo de la situación de violencia que vive la familia y la sociedad, lo que está sucediendo en nuestro contexto social se está extrapolando a los centros educativos. No estamos combatiendo con programas reales, puntuales y efectivos, más bien estamos promoviendo en las redes sociales”, expresó el psicólogo Milton Corniell, director del Instituto de Terapia y Psicología Familiar (Intepsif).

Diario Libre

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