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Pasiones funerarias alrededor del mundo

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Pasiones funerarias alrededor del mundo

BOLIVIA. ¿Sabía que en una zona de Indonesia se limpia y viste al abuelo muerto que permanece en casa de la familia dos años? ¿O que en Bolivia se hacen ofrendas a las “ñatitas”, cráneos humanos ataviados con gorros de lana? Estas son algunas de las pasiones funerarias que descubre la tanatopractora estadounidense Caitlin Doughty en su libro 'De aquí a la eternidad'.

“En América del Norte visité una pira de cremación al aire libre en Crestone, una pequeña ciudad en Colorado donde la muerte es una responsabilidad de la comunidad y la incineración del cadáver se celebra como un ritual público acompañado por cantos”, señala Caitlin Doughty a Efe.

Las curiosas ‘ñatitas’ de Bolivia son unos cráneos humanos reales ataviados con gorros, a los que los pobladores indígenas piden guía y favores, trayéndoles ofrendas como flores, dinero, dulces y botellas de refrescos, asegura la tanatopractora.

En Tokio celebran la ceremonia de ‘kotsuage’, en la que los familiares usan palillos para extraer los huesos de sus seres queridos de los restos de la cremación, según indica la experta.

Fascinada por nuestro miedo generalizado a los cadáveres Caitlin Doughty (http://caitlindoughty.com) ha recorrido buena parte del mundo para descubrir cómo se preocupan las distintas culturas por los muertos, un viaje global y envolvente en que tomó contacto con rituales funerarios convincentes y poderosos, en muchos casos casi desconocidos.

En Célebes Meridional, una zona rural de Indonesia, donde la gente pasa mucho tiempo con sus muertos, un hombre limpia y viste cuidadosamente el cuerpo momificado de su abuelo, que permanece en la casa de la familia durante dos años.

En Bolivia, las personas realizan ofrendas a las “ñatitas”, unos cráneos humanos ataviados con gorros de lana, cada uno con personalidad propia y un don especial, con la esperanza de que les concedan sus deseos.

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Infografía

En Tokio se celebra la ceremonia de ‘kotsuage’, en la que los familiares usan palillos para extraer los huesos de sus seres queridos de los restos de la cremación, consistentes en un esqueleto fragmentado pero completo, colocándolos en una urna.

Son algunos ejemplos de rituales descritos por la tanatopractora, activista y agitadora de la industria funeraria Caitlin Doughty (Hawai, EE.UU. 1984) y recogidos en su libro ‘De aquí a la eternidad’, exquisitamente ilustrado por el artista de cómics Landis Blair (Waukegan, EE.UU., 1983).

Doughty ha examinado diversas tradiciones, además del conocido y “espectacular desfile de flores, esqueletos, demonios y carrozas que se celebra anualmente con motivo del Día de los Muertos en México”, según lo describe la autora estadounidense.

Doughty contempló fascinada en Michoacán “un esqueleto de cinco metros tocado con un bombín negro que fuma un cigarro, mientras se abalanza por la avenida Juárez, con sus largos y huesudos brazos haciendo aspavientos por encima de la multitud”.

“Tras él, hombres y mujeres bailaban disfrazados de La Catrina, el emblemático esqueleto mexicano, mientras una nube de purpurina salía disparada de un cañón y una falange de guerreros aztecas daban vueltas en patines y la multitud, formada por decenas de miles de personas, vitoreaba y coreaba”, describe esta autora.

Cadáveres ‘enjaulados’ de la isla de Bali

Doughty señala que la editorial de guías de viaje más importante del mundo, Lonely Planet, incluye en su guía de la isla de Bali el cementerio de la localidad de Trunyan, cuyos vecinos tejen jaulas de bambú en las que dejan que los cadáveres se descompongan para sembrar el paisaje de los alrededores de pilas de huesos y calaveras.

Aunque “Lonely Planet recomienda al prudente viajero que esquive ese dantesco espectáculo”, lamenta Doughty, que en 2011 fundó el colectivo The Order of the Good Death (www.orderofthegooddeath.com) , que propone abrazar nuestra mortalidad, considerar la muerte propia y ajena de una manera positiva, como algo natural, sin que genere tanta ansiedad.

Descontenta con la industria funeraria estadounidense Doughty abrió en 2015 una funeraria alternativa sin ánimo de lucro, Undertaking LA (www.undertakingla.com) en Los Ángeles, (California, EE.UU.) donde reside, que ofrece cremaciones simples y económicas, y la posibilidad de ayudar a preparar el cuerpo del ser querido y estar presente en su incineración.

Según ha deducido Doughty de su “vuelta al mundo en busca de la buena muerte”, como define a su viaje de investigación, es probable que “las tradiciones funerarias más efectivas sean aquellas que permiten a los dolientes atender personalmente el cuerpo de los difuntos”, sugiere la autora.

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Infografía
Detalle de una "ñatita", calaveras humanas, en el Cementerio General de La Paz, hoy martes 8 de noviembre de 2016. Como todos los 8 de noviembre, familias enteras se congregan en el camposanto para honrar a sus "ñatitas", calaveras que reciben ese nombre porque les falta la nariz, a las que se les atribuyen capacidades protectoras y se cree que dan buena suerte.

Tradiciones americanas impactantes

Consultada por Efe sobre cuáles son las tradiciones menos conocidas, pero impactantes, sobre la muerte en el continente americano, recuerda dos en especial.

“En América del Norte tuve la suerte de visitar la única pira de cremación al aire libre en el mundo occidental. Está en Crestone, una pequeña ciudad de Colorado donde la muerte es una responsabilidad de la comunidad, que incluye hasta la cremación, y se celebra como un ritual público”, señala Doughty.

Para esta tanatopractora “es increíblemente hermoso ver el humo salir de un cuerpo que toda la comunidad ha envuelto y cómo se han reunido para presenciarlo”.

“En América del Sur, una de las tradiciones más inusuales y memorables son las ‘ñatitas’ de Bolivia”, asegura Doughty a Efe, explicando que se trata de cráneos humanos reales a los que los pobladores indígenas piden guía y favores, y a los que les traen ofrendas como flores, dinero, dulces y botellas de refrescos.

“A cambio, las calaveras – algunas de las cuales “fuman” al colocárseles cigarrillos entre los dientes- ayudan en el romance, las finanzas y otros problemas de la vida”, señala.

“Como vengo de una cultura donde la muerte y el cadáver están ocultos, fue fascinante y gratificante ver la relación entre estos cráneos, cada uno con una personalidad única, y sus peticionarios”, remacha esta tanatopractora.

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