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Feminicidio
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“Le cortaron las alas”, dice madre de abogada asesinada la noche del sábado en San Cristóbal

Los restos de Johanna Guillén fueron sepultados la tarde de este domingo

La joven de 30 años murió por heridas de arma blanca que le causó su expareja

Altagracia Guillén, madre de la joven Johanna Guillén, asesinada la madrugada del sábado por su expareja José Alberto De León, de 34 años, relató cómo le “cortaron las alas” a su hija.

Johanna Guillén Guillén era una abogada de 30 años que residía en la urbanización Juan Pablo Duarte, en Madre Vieja Sur, de la provincia San Cristóbal, junto a su hijo de cinco años.

Además de ejercer el derecho, se ganaba la vida vendiendo productos de belleza en las redes sociales, donde pretendía implantar su nueva línea de cosméticos para las estrías.

Sus familiares y amigos la describen como una mujer muy trabajadora que había logrado convertirse en abogada y que tenía varios proyectos de emprendurismo con los que pretendía darle una mejor vida a su madre y a su hijo.

Ana Mercedes Arias, vecina de Johanna, la describe como una persona emprendedora, luchadora, y creadora de su propia línea de productos de belleza. “Ella era todo para su madre”, dijo.

Arias comenta que De León y Guillén aparentaban ser una pareja normal.

Una madre destrozada

Altagracia Guillén relató que le había dicho a su hija que “lo que empieza mal, termina mal” y que su mayor temor era que José Alberto De León, expareja de la víctima, terminara con su vida. Asimismo, dijo que nunca pensó que iba a estar en el puesto de una madre a la que le arrebatan a su hija.

“Esto ha sido lo peor que me ha pasado en la vida, esa muchacha era muy emprendedora, tenía un mundo muy amplio. Tenía muchos proyectos que se cayeron todos. Le cortaron las alas. Un monstruo le corto sus alas”, narró con voz entrecortada la madre de la hoy occisa.

Guillén recordó que hace unos días tuvo una conversación con la joven en la que esta le decía: “No puedo entregar mi juventud a ese hombre”, a lo que ella, en su rol de madre, le recomendó que no lo arrancara de repente de su vida, pues temía que este la agrediera. Le exhortó que pusiera todo en las manos de Dios y buscara la vía más segura para alejarse de él, ya que era una relación tóxica.

Comentó que hace aproximadamente 15 días, Johanna había sacado a su pareja de la habitación, hecho que molestó a De León, quien tomó un chuchillo para agredirla. La joven lo convenció para que fueran al cuarto de niño confiada en que este no le haría daño frente a la criatura.

Al llegar a la habitación abrazó a su expareja diciéndole frases de afecto hasta lograr calmarlo. Al día siguiente Johanna esperó que José Alberto saliera a llevar al niño a la escuela y así poder llamar a sus familiares en busca de ayuda, cuando el agresor regresó a la casa ya los allegados de las hoy occisa estaban en la vivienda.

No quiso denunciarlo

Guillén no quiso someter a su expareja a la justicia por consideración al niño que ambos habían procreado. Por tal razón De León se comprometió a dejar a Guillén tranquila.

En la madrugada del sábado el agresor estaba persiguiendo a la joven hasta llegar a su casa, donde ésta con su hijo en brazos trató de abrir la puerta, pero fue sorprendida por las estocadas que su expareja le propició en la espalda.

Horas más tarde De León fue entregado por sus familiares a la Policía Nacional, que este domingo informó que lo podrá a disposición de la justicia.

El cuerpo sin vida de Johanna Guillén fue sepultado la tarde de este domingo en el Cementerio Municipal Sainaguá, San Cristóbal.

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Infografía
La señora Altagracia Guillén, madre de la víctima. (DIARIO LIBRE/BAYOÁN FREITES)
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