Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Medio Ambiente

Un futuro para la Sierra

Una alianza entre el sector privado, el público y las ONG

Mañana se inaugura la planta procesadora de macadamia

Expandir imagen
Un futuro para la Sierra

Sésar Rodríguez, Director Ejecutivo del Consorcio Ambiental Dominicano y Jesús Moreno, de Macadamia La Loma, explican el programa Un futuro para la Sierra haciendo énfasis en dos puntos: reúne al sector privado, al público y a las ONG en un proyecto común y es un programa que mide aspectos de biodiversidad que otros proyectos obvian.

200 pequeños productores se han unido a este plan que se ha propuesto salvar la Sierra de la degradación ambiental y de la pobreza económica que ésta arrastra. El objetivo estaba claro y la lección aprendida: el éxito pasa por lograr salida económica para los productores. Aquí entra en juego el sector privado. Empresas como Propagas y CCN (Centro Cuesta Nacional) que compra la macadamia, elabora un pan que pone a la venta en sus supermercados y destina una cantidad de esta venta al programa. Además, la exportación de esta nuez representa una salida inmejorable. Más del 85 % de la producción sale del país.

Se buscan aliados

A CCN y Propagas se unieron pronto otros socios en esta aventura: Pastelería de la casa, Mediática, Bon Agroindustrial, la alemana GIZ, Ecoselva y el Ministerio de Agricultura. Con esta incorporación el sector público se unía al esfuerzo para trabajar este cultivo en las faldas del Parque Armando Bermúdez y en la cuenca media del río Inoa, uno de los afluentes del Yaque del Norte.

Las empresas aliadas aportan recursos financieros para la dotación de árboles y asistencia técnica para la producción de macadamia.

¿Y los productores?

De los doscientos pequeños productores que se han sumado a Un futuro para la Sierra, el 30 % ya tiene producción. Se trata de una zona rural con una fuerte migración de los jóvenes. Uno de los grandes logros del programa, a juicio de sus impulsores, es que empiezan a detectar que estas plantaciones han supuesto un freno al abandono de las tierras.

Teófilo Rodríguez es un ejemplo del emigrante que decide regresar y poner a producir aquella parcela que dejó en su país. Después de 30 años en Nueva York, observa con orgullo cómo esas lomas que pertenecieron a su familia por generaciones pueden ser ricas y productivas de nuevo para sus hijos y nietos.

Ecoselva, otro de los aliados ha contribuido con el proyecto facilitando la pasantía de alumnos alemanes en el campo dominicano y llevando a los hijos de los productores a Alemania, en un intercambio formativo y cultural de gran provecho.

Otro esfuerzo aliado es el encabezado por Patricia Portela con la creación de Niños vigilantes de la Sierra, que cultiva en los niños de la zona la responsabilidad y el amor por el cuidado del entorno.

Pero... ¿por qué la macadamia? Después de años de estudios, consultorías e investigación se determinó que esta nuez presentaba unas condiciones idóneas para revertir el proceso de deforestación de estas lomas. Evita la erosión que causan otros procesos agrícolas, absorbe cuatro toneladas de CO2 al año por hectárea, conserva las cualidades del suelo y aporta un hábitat a la biodiversidad de más de 20 especies locales.

Toneladas de CO2

pueden ser absorbidas al año por una hectárea de

macadamia.

Periódico líder de República Dominicana centrado en las noticias generales y el periodismo innovador.