Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Medio Ambiente
Medio Ambiente

Patricia Lamelas, dominicana referente por la lucha en la conservación de ecosistemas

En su trabajo se destaca la conservación de bosques de mangles; ecosistemas vitales en la protección de las costas.

Expandir imagen
Patricia Lamelas, dominicana referente por la lucha en la conservación de ecosistemas
Patricia Lamelas, ganadora del premio Seacology 2018

SANTO DOMINGO. El hecho de competir en concursos internacionales crea expectativas. Por lo general, se investiga quienes aspiran al premio y de aquí surge la ansiedad. Situación que no vivió una dominicana al ganar, sin saber que participaba, uno de más altos premios a la conservación ecológica, en el que competía con profesionales de todo el mundo en el área de la protección de los recursos naturales en las islas.

Así comienza la historia de Patricia Lamelas, la primera criolla en ganar el premio Seacology 2018, distinción otorgada cada año por la organización del mismo nombre y con una dotación económica de US$10,000 a personas que se hayan destacado por su trabajo a favor de la conservación y desarrollo ecosostenible de zonas vulnerables, y en esta ocasión, Samaná y su entorno son el escenario.

“Sin la participación activa de la gente puedes hacer investigaciones, promulgar leyes, regulaciones y prohibir muchas cosas a favor de la gestión sostenible de los recursos, pero de nada valdrá”, afirma Patricia, mientras explica la importancia de concienciar a los ciudadanos sobre la conservación y cuido de los recursos, que son una fuente de trabajo y alimentos en la zona costera del Este del país.

Agrega que es una las principales funciones del Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno (CEBSE), institución que dirige y en la que ha trabajado por 25 años para la protección de los manglares en la bahía de Samaná.

El centro fue fundado por un conjunto de técnicos y biólogos que fueron contratados para un pequeño proyecto con fines a declarar la zona que va desde la península de Samaná hasta las Lagunas de Nisibón como Reserva de la Biósfera, categoría de gestión y manejo declarada solo por la Unesco. El proyecto no tuvo frutos, pero esto no los detuvo.

Lograron conseguir otros proyecto basados en educación ambiental como pasantías y entrenamientos con una duración de cuatro a seis meses para preparar “multiplicadores de conocimiento y aliados en la concienciación sobre la conservación de esta área”, como describe Patricia a los jóvenes participantes.

La conversación sobre la importancia de la función de los bosques de manglar está creciendo ahora en todo el mundo, pero Patricia se adelantó, habiendo trabajado para la preservación de estos ecosistemas vitales para la protección de las costas durante más de dos décadas, logrando obtener su protección legal en Samaná.

“Hemos estado sembrando mangles, trabajando con los pescadores cambiando las artes de pesca ilegales, como la licuadora, por artes de pesca sostenibles, como las redes suriperas”, pero Patricia agrega que es un trabajo complejo porque las capturas incidentales con artes de pesca ilegales son el beneficio colateral de los pescadores que trabajan para grandes compañías de pesca.

Además de la labor con los mangles, Patricia ha trabajado en el CEBSE en el monitoreo de las ballenas jorobadas. El centro genera cada año un informe sobre el comportamiento de los cetáceos y el uso del área dentro del santuario de la Bahía de Samaná con fines de medida de gestión.

Acción que dio paso a la reducción de permisos de observación de ballenas en la bahía de Samaná, según explica Patricia.

“No es sostenible ni manejable dar más de 43 permisos para vigilar a las ballenas en los meses que las tenemos en las costas del país. También, resulta peligroso tener varias embarcaciones viendo las misma manada y yolas que van muchas veces a alta velocidad en la zona”, hecho que Patricia califica como acoso hacia los animales que buscan aguas cálidas y tranquilas para su apareamiento y reproducción.

“La basura es nuestro dolor de cabeza”

La noticia que se hizo viral en todo el mundo en junio de este año sobre las toneladas de desperdicios en los ríos Ozama e Isabela tras el paso de una onda tropical, no dista mucho de la situación del malecón Samaná y su entorno cuando llueve, según explica Patricia.

“Es una situación atemorizante. Si no paramos y tomamos medidas, no sabemos lo que vamos a hacer”, asevera la dirigente y agrega que la construcción inmobiliaria cerca de la costa también influye, ya que esto da paso a que la erosión que provoca esta actividad se escurra por los drenajes pluviales, obstruyéndolos e impidiendo que el agua fluya de manera correcta, lo que ocasiona la inundación del Malecón de Samaná.

En la actualidad, Samaná es una zona modelo de un programa de educación de la comunidades costeras y limpieza de costas, en alianza con la organización internacional no gubernamental Parley for the Oceans.

Sobre el premio Seacology 2018

Patricia Lamelas explica que se sintió muy abrumada y sorprendida al recibir el premio Seacology 2018 ya que ignoraba en su participación.

En la ceremonia de recibimiento del premio, el director de Seacology, Duane Silverstein afirmó que “Patricia Lamelas ha demostrado que trabajar en estrecha colaboración con las comunidades isleñas es la clave para obtener logros y cambios medioambientales tangibles”.

Para ella este premio es un honor, pero también un gran compromiso, “porque nos obliga a tratar de ser aun mejor de lo que hemos sido hasta ahora. No hice esto sola, el resto del equipo en CEBSE se lleva este premio, desde los miembros fundadores, hasta lo jóvenes locales nuevos con lo que trabajamos. Estos muchachos son el futuro de Samaná, junto con los donadores que son los que nos sostienen”.

TEMAS -