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Suicidios
Suicidios

Estas son las líneas de ayuda para prevención de suicidios en República Dominicana

Algunas funcionan con llamadas directas, otras por WhatsApp y en los principales hospitales hay unidades de intervención de crisis

Para los profesionales de la salud mental, una amenaza de suicidio es una emergencia

Cada 10 de septiembre se conmemora el “Día Mundial para la Prevención del Suicidio”, con la finalidad de hacer un llamado de atención a la población general a romper el silencio y apoyar a las personas que pudieran estar pasando por situación de depresión y otras circunstancias a nivel emocional.

El director de Salud Mental del Ministerio de Salud, Alejandro Uribe, conversó con Diario Libre y comentó que en el país la tasa de suicidio es de 6.5 por cada 100 mil habitantes, cifra que ha aumentado luego de la pandemia a causa del COVID-19.

A su juicio, independientemente de las tasas, un solo caso de intento de suicidio que se reporte es de importancia y debe ser tomado en cuenta.

"Cuando se sospecha, uno debe actuar en todos los casos, ya sea amenaza de suicidio, gesto de suicidio o todo lo que haga sospechar que una persona piensa quitarse la vida, aun cuando la mayoría de la gente piense que es algo manipulativo, en todos los casos se requiere una acción" Alejandro UribeDirector de Salud Mental del Ministerio de Salud

Para los profesionales de la salud mental, una amenaza de suicidio es una emergencia.

Al preguntarle qué pueden hacer los amigos y familiares, dijo que no hay una única respuesta, aunque el primer paso es buscar ayuda con un profesional de la salud mental.

A las personas que están en riesgo de suicidio, el doctor les pide que comuniquen su intención por cualquier vía posible, porque son muchas las vidas que se han salvado porque al otra persona estar en conocimiento, “tiene el compromiso de buscar la orientación o ayuda”.

“Hay que llevarlos, porque normalmente el que está pensando en suicidarse no va a tomar la iniciativa (de buscar ayuda)”, acotó.

Uribe precisó que otro mito que hay que desmentir es el repetir que “la persona que se va a suicidar no lo dice”. 

“Muchas veces, la primera que lo ignora es la familia, dejando al individuo todo el terreno, el campo abierto para ejecutar la acción. Hay que partir de la premisa de que todo el que se va a suicidar, de una manera u otra lo avisa, ya sea expresándolo verbalmente, con señales, con algunos gestos o determinadas acciones”, explicó.

¿Dónde acudir o llamar?

Las principales líneas de ayuda son el Sistema Nacional de Emergencia 9-1-1 que está disponible las 24 horas del día, el departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud con el número 809-544-4223 en horario laboral; la línea de ayuda por psicología y psiquiatría a través de *462 y en físico las unidades de intervención en crisis de los hospitales Moscoso Puello, en el Salvador B. Gautier, Darío Contreras, en el Marcelino Vélez, en la maternidad de Los Mina y a nivel provincial en Santiago, Barahona y San Juan de la Maguana.

También hay fundaciones y centros especializados en salud mental que brindan ayuda, como la Fundación Alam Cabrera escribiendo por WhatsApp al 809-740-5339 y el Centro Calma Alma al 829-243-3203.

Otra línea disponible es la Línea Familiar Contigo, con el auspicio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi), disponible a través del 809-636-3507 y por WhatsApp con el 849-258-4479.

Anteriormente funcionaba una línea llamada Línea Vivir, que desde 2020 brindaba asistencia telefónica y de mensajería personalizada para personas con ideas y pensamiento suicidas.

Diario Libre intentó llamando directamente al número telefónico y a través de WhatsApp pero no hubo respuesta. En redes sociales, la cuenta no realiza publicaciones desde hace 37 semanas.

Signos de alerta

  • Aislamiento (por ejemplo, alejarse de familiares o amigos)

  • Irritabilidad, cambios bruscos de comportamiento y altibajos emocionales

  • Sueño constante o insomnio. 

  • Ansiedad, depresión, conductas autodestructivas

  • Cambios en la alimentación

  • Desesperanza o no poder proyectar un futuro favorecedor

  • Descuido o abandono de la apariencia física

  • Dificultad para concentrarse, falta de motivación, baja en el rendimiento escolar y el que “nada le resulta interesante”

  • Pérdida de interés en actividades que antes le resultaban placenteras

  • Manifestaciones de baja autoestima

  • Conductas de riesgo como incremento de consumo de alcohol o drogas

  • Comentarios como “ya no voy a ser un problema por mucho más tiempo”, “sin mi van a estar mejor”, “nada me importa”

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Periodista, amante de los viajes, la moda y la música en vivo. Foodie.