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El 39 % de los adolescentes adictos a sustancias no asiste a la escuela

Según las estadísticas, la marihuana es el producto más consumido por los adolescentes, seguido del alcohol

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El 39 % de los adolescentes adictos a sustancias no asiste a la escuela
Los adolescentes adictos prefirieron abandonar los estudios en un 39 %. (DIARIO LIBRE/ ANEUDY TAVÁREZ)

Alcohol, marihuana, cocaína, crack y heroína son las cinco sustancias adictivas de mayor consumo en República Dominicana.

De acuerdo a informaciones suministradas por la doctora Rosa Julia Flores, directora del Centro de Atención Integral para Niños, Niñas y Adolescentes en Consumo de Sustancias Psicoactivas (Cainnacsp), dentro de su participación en la mesa de adicciones que se debatió en el primer Congreso Nacional de Salud Mental, los terapeutas de esta institución han tenido que brindar tratamiento a niños de tan solo ocho o diez años, inducidos a las adicciones por sus propios padres consumidores.

Aunque esta es una rara excepción, el mayor rango de los 289 casos atendidos fueron adolescentes entre 14 y 16 años.

En el congreso organizado por el Servicio Nacional de Salud (SNS), especialistas disertaron sobre la importancia de brindar a niños y adolescentes un tratamiento focalizado, diferente al de un adulto.

De acuerdo a las estadísticas del Cainnacsp, el 76 % de los pacientes atendidos son de sexo masculino y el 24 % femenino.

La marihuana es la sustancia más consumida por un 68 % de los pacientes masculinos y 27 % de los femeninos. El alcohol es la segunda sustancia predilecta.

Otros datos de interés manejados por el Cainnacsp destacan que el 39 % de los pacientes no asiste a la escuela; el 32 % está diagnosticado con depresión; el 25 % tiene algún trastorno desafiante y el 9 % padece de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

La presión de grupo y factores incidentales como el entorno familiar donde viven o fácil acceso a las drogas son algunos de los motivos señalados por los niños y adolescentes para iniciarse en el consumo de sustancias prohibidas.

En caso de que requieran internamiento, el Hospital Santo Socorro posee la única unidad de intervención en crisis para niños y adolescentes en el país.

La meta es lograr atención desde el nivel primario

Mercedes Germán, psiquiatra del Consejo Nacional de Drogas, señaló que la atención fragmentada es uno de los principales retos pendientes de resolución.

“¿A dónde va el paciente después del hospital?”, cuestionaba la galena al poner el ejemplo de algún ciudadano que sea atendido en una Unidad de Intervención en Crisis. 

De acuerdo a Germán, la atención no está planificada y no está coordinada, degenerando en un tratamiento de elevado costo por el uso ineficiente de los recursos disponibles. Además, se suma el énfasis en la modalidad residencial cuando, según lo expuesto por la galena, no todos los pacientes requieren un internamiento largo de hasta 18 meses.

La psiquiatra explicó que la meta es que el sistema de salud sea basado en la calidad y con servicio desde la Atención Primaria para el consumo de sustancias, con intervenciones adecuadas.

El tratamiento “no puede ser solamente dentro de los consultorios, se necesita más”, indicó.

El país cuenta con 99 centros de atención a la dependencia de drogas, 16 ambulatorios y 83 en modo residencial.  

De esos, dos centros para atención a las dependencias son de carácter gubernamental: el Centro de Atención Integral a las Dependencias (Caidep), ubicado dentro del Hospital Moscoso Puello, y el ya mencionado Centro de Atención Integral para Niños, Niñas y Adolescentes en Consumo de Sustancias Psicoactivas (Cainnacsp).

En el Caidep, además de tratar adicciones a sustancias prohibidas, también tratan adicciones no químicas, como al juego o al sexo.

Dentro de las limitaciones del centro se establecieron que el espacio de trabajo es muy pequeño para la cantidad de pacientes que recibe, no opera en tanda vespertina, no se brinda la debida continuidad (las citas quedan muy espaciadas) y todo el tratamiento es ambulatorio.

En el caso de pacientes adictos a opioides, se suma el riesgo de contraer enfermedades como hepatitis o VIH por el intercambio de agujas.

La propuesta al cierre de la mesa de adicciones fue que este modelo del Caidep se pueda replicar en otros hospitales para cubrir adecuadamente la demanda de atención en toda la geografía nacional.

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Periodista, amante de los viajes, la moda y la música en vivo. Foodie.