Tristeza en el zoológico por muerte de Silver, un tigre de bengala dominicano
Hubiese cumplido 19 años en mayo de este año
Los empleados del Zoológico Nacional están tristes, en especial biólogos y cuidadores que trabajan con los felinos a diario. La muerte de Silver, un tigre de bengala que nació allí en mayo del 2001 les ha golpeado, sobre todo por la rápida degradación de su salud, ya que años atrás se veía igual de saludable y corpulento que los otros ocho que le acompañaban en el recinto.
Silver, nacido en cautiverio hijo de Cujo y Silveriana, compartió la camada con Bolita, un hermano adoptivo que su madre cuidó y crió como suyo. A medida que fueron creciendo y llegando a la adultez (3-5 años), fueron separados de los más viejos, para evitar confrontaciones debido a la dominancia. En el zoológico dominicano, los cuidadores los mantienen en cubines y los rotan en espacio abierto de exposición día a día, donde pueden disfrutar de un jacuzzi, el sol y la brisa. La institución tiene de la especie de bengala dos machos (Tag y Rayas) y 4 hembras (Segua, Alba, Canela y Bengalí que es hija de Silver).
“Los cuidadores por lo general se encariñan mucho con estos animales, porque los ven día a día, pero aquí en sentido general estamos todos muy deprimidos”, explica Dayana Maríñez, encargada de Relaciones Públicas del Zoodom.
En la naturaleza, los tigres son felinos que pueden llegar a patrullar cientos de kilómetros, aunque esto dependerá de la cantidad de hembras y presas que encuentren en una zona determinada. Puede que aparenten solitarios, pero realmente son animales que mantienen dentro del territorio que controlan entre 1 y 3 hembras para aparearse. Tienden a controlar un área exclusiva que contiene una o varias guaridas en las que descansan o en las que las hembras dan a luz y cuidan a sus crías. Un dato curioso es que, a diferencia de los leones, los machos dejan comer a las madres y cachorros primero.
En el caso de los tigres en cautiverio, su vida es más simple y duradera en gran parte de los casos, además son bastante sociables; esto por supuesto varía en cuanto al nivel de dominancia del animal y las temporadas de apareamiento.
Estos felinos llegan a consumir hasta 40 kilogramos (88 libras) de carne, debido a que pasan varios días sin comer. En el Zoológico Nacional, los alimentan entre 3 y 4 veces a la semana con cerca de 18 kilogramos (40 libras). En contraste, en la vida salvaje, los tigres tienen una esperanza de vida de entre 10 y 15 años, en cautiverio pueden llegar hasta los 22-25 años. No obstante, es muy raro ver a tigres morir de vejez en la naturaleza, la gran mayoría mueren por peleas entre machos, caza organizada y accidental (cuando caen en trampas dispuestas para otros animales) y envenenamiento (esta última ocurre cuando se acercan mucho a zonas rurales para cazar ganados humanos), según la National Geographic.
En el caso de Silver, de no ser por un tumor canceroso sublingual que le impedía comer, hubiese llegado a los 19 años. “Por lo general estos animales esconden cualquier debilidad o enfermedad hasta que ya es muy tarde, para evitar ser atacados, y estos, aunque estén en cautiverio, todavía son animales salvajes”, explica Maríñez. Esta podría ser la razón por la cual los cuidadores detectaron el cambio de ánimo cuando ya Silver definitivamente no podía comer.
“Cuando se detectó el tumor, a pesar del tratamiento, por su edad y por el hecho de que no quería comer, la enfermedad prevaleció”, cuenta Dayana con ojos aguados.
La dura decisión de practicarle la eutanasia, se tomó luego de una extensa conversación entre cuidadores, biólogos y la dirección de la institución. Y con la voz entrecortada, Maríñez expresa que “luego de ver que la enfermedad continuaba progresando, se decidió que lo mejor era ponerlo a dormir para evitarle sufrimiento”.
Los tigres son los felinos más grandes, tienen un cuerpo poderoso y muscular, con garras curvadas y pueden llegar a medir entre 1,8 y 2,8 metros de la cabeza a la cola, y pesar entre 227 y 272 kilogramos. A principios del siglo XIX, había cerca de 100,000 ejemplares, pero en 1970, ya la cifra había disminuido a menos de 4,000. Hoy cuatro de las subespecies de tigres restantes están en peligro de extinción y no suman más de 3,600 ejemplares, según cifras oficiales de las Naciones Unidas. De la especie de bengala solamente quedan 2,500 en el mundo.