Rymer Liriano, por un pelotazo estuvo al borde de perder carrera

SANTO DOMINGO. Hace unas semanas el presidente de LIDOM, doctor Vitelio Mejía, castigó a una serie de peloteros y dirigentes de los Toros y del Licey por un altercado en que hubo un jugador golpeado.

La decisión de Mejía fue oportuna y preventiva porque Rymer Liriano, que milita en la actualidad con los Tigres, fue víctima de un incidente similar en las Ligas Menores. Un año y ocho meses han transcurrido desde que recibió un pelotazo en el rostro que lo sacó del béisbol en el 2016.

El pelotazo le dejó contusiones, mareos, pérdida de balance y visión. Pasó por terapias de movimientos y estaba la posibilidad de que perdiera la visibilidad del ojo izquierdo.

“Gracias a Dios trabajé y me recuperé, es muy difícil de hacerlo porque cuando te dan ahí, tú tienes ese miedo cuando vas el home plate”, dijo.

Pensó en un momento que no regresaría al béisbol, lloraba mucho y buscaba muchas formas para saber cómo reaccionaría y volver a su estado normal, estaba deprimido, le pidió mucho a Dios que lo ayudara a recuperarse, y lo agradece porque ahora tiene su visión mucho mejor.

Buscó ayuda psicológica. “Mi esposa me ayudó mucho, en no pensar en lo que pasó y en seguir para delante”.

Es una persona totalmente diferente después del incidente. Mucha gente le dio la espalda y le decían que no regresaría al terreno de juego.

“Dios hace que pasen cosas para que uno pueda aprender de ellas, te hacen abrir los ojos, no me siento mal por lo que pasó, me dio una señal para que madurara y aprendiera a ser más amigable”.

Les manda un mensaje a jugadores que estén pasando por una situación similar a la que le tocó vivir: “Nunca piensen negativo, que sigan adelante y que no lo hagan por las personas que les dieron la espalda, sino por ellos mismos”.

Yamell Rossi Jesni