Tatis y Acta y la crisis de las Estrellas
Bienvenido Rojas
La semana pasada bajó el telón en la Liga Dominicana con el despido de Fernando Tatis como manager de las Estrellas Orientales que provocó un movimiento telúrico en las redes sociales, coronado el sábado con una protesta que incluyó encendido de velas repudiando a Manny Acta, un hecho que por vez primera se originaba en nuestro béisbol otoño-invernal.
Hay que tener mucho cuidado porque cuando un equipo está perdiendo hay dos palabras que no entiende ni la junta directiva, ni la afición: ¡Calma y cordura!
Desde que comienza la turbulencia y las derrotas se convierten en el café mañanero, se aprieta el botón del pánico, y es el mánager que recibe la cuenta para pagar por los platos rotos.
Manny Acta, que es un hombre de béisbol, que por sus venas corren bates y pelotas, sabe más que nadie que en los momentos de presión debe primar la calma y la cordura, porque cuando las cosas no están marchando bien, el agitarse no ayuda, por lo que se debe apelar al razonamiento con cabeza fría porque una decisión apresurada, empeora la crisis.
Para nadie es un secreto que el fanático nuestro no lo piensa dos veces para pedir la cabeza de un mánager sobre todo si el equipo tiene un registro de 5–18 y cada día se aleja más y más de la posición del dinero.
John McGraw, un mánager de éxitos en las Grandes Ligas dijo en una ocasión: “La idea principal es ganar”. Para darle validez a la idea de ganar, el legendario mánager Walter Alston sentenció: “Los managers no renuncian. Los despiden”.
Lo que no debe olvidar nunca un mánager en la Liga Dominicana, es la jurisprudencia de Leo Durocher: “Uno nunca debe guardar un pitcher para mañana. Mañana puede llover”.
En esta Liga, cada juego es crucial, y no hay mañana, y el mánager que no entienda esto, lo mandan a la luna sin pagar peaje en el cohete de Máx Álvarez.
Y jamás olviden que de los 50 juegos, por lo menos uno hay que perder para que el fanático tenga derecho a criticar.
Un día como hoy: En 1981, el pítcher mexicano Fernando Valenzuela, Dodgers de Los Ángeles, se
convirtió en el primer novato en la historia de las Grandes Ligas en ganar la distinción de “Novato del Año” y el “Cy Young”
en un mismo año.
1987, Rufino Linares, Caimanes del Sur, disparó doble que lleva a la goma a Junior Noboa, para llegar a 200 de por vida. El Escogido derrotó 6x3 a los Caimanes del Sur en San Cristóbal.
En el 2007, el relevista José Vargas logró su rescate 60 de por vida. Águilas 8, Escogido 7, Estadio Cibao.
Bienvenido RojasCronista deportivo. Amante del béisbol y sus vivencias.
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