La candente pasión de Águilas-Licey

La candente pasión en el béisbol dominicano se resume en los enfrentamientos de serie final entre las Águilas Cibaeñas y los Tigres del Licey, y a partir de esta noche ratificarán que son los dueños del play, de la pelota y de la afición.

La serie final 64 se iniciará a partir de las 7:30 p.m. en el estadio Quisqueya, y por ocasión 21 añiles y mameyes estarán en el último tramo del campeonato.

Y coincidencias de este guión de película de suspenso, Licey ha conquistado 22 coronas y las Águilas 20 desde el inicio de la Época de La Normal en 1951, para sumar entre ambos 42 diademas.

Los resultados de las 20 series finales celebradas arrojan un saldo de 11-9 a favor del Licey.

La primera serie final disputada entre Licey y Águilas correspondió a la temporada de 1952, cuando el equipo del Cibao se llevó la corona 4 victorias por 3.

El conjunto de las Águilas estuvo dirigido por Rodolfo Fernández y tenía un cuerpo monticular de primera con Terry McDuffie, Emilio Cueche, Gachito Morales y Tomás Gómez Checo.

El primer juego de la serie final de 1952 fue celebrado el 6 de septiembre en Santiago, ganando el Licey con pizarra de 4 carreras por 3, donde los puertorriqueños Luis Rodríguez Olmo encabezó el ataque remolcando dos y Rubén “El Divino Loco” Gómez se anotó la victoria al trabajar en 10 innings, permitió 8 hits y 2 carreras limpias.

En 1953 volvieron a enfrentarse Licey y Águilas y en el desquite el Licey se llevó la corona 4 victorias por una. En esta final, el trabajo de Guayubín Olivo fue determinante, logrando dos victorias y un salvamento, y en el aspecto ofensivo Alonso Perry fue el líder de bateo, remolcadas y co-líder de jonrones.

No fue hasta la final del torneo de 1963-74 cuando por tercera ocasión Licey y Águilas, se miden en una final y la primera en la Época de la Luces.

Licey se llevó el banderín, pero de esta serie hay que recordar el encuentro del 28 de enero de 1964 en el estadio Quisqueya.

En el noveno el juego estaba parejo a seis carreras. Sam “El Triste” Jones, lanzando por las Águilas. Tony Oliva vino al bate y negoció cuatro malas, Miguel de la Hoz y Ray Barker fueron dominados y le tocó el turno al “Gran Capitán” Pedro González que sacó un rodado que le dio un bound a Roberto Peña y se internó en el jardín izquierdo; Oliva que había salido en bateo corrido, pasó volando por tercera no atendiendo a la señal de pare del dirigente azul Vernon Benson que estaba dirigiendo el tránsito en tercera. Willie Stargell, tomó el batazo, y en vez de hacer el tiro al pentágono tiró al siore quien vaciló con la pelota y cuando reaccionó Oliva se estaba deslizando en la goma con la carrera del triunfo.

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Bienvenido Rojas