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Sóftbol
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Francisco Montero: Su nombre está escrito en la historia del sóftbol dominicano

SANTO DOMINGO. El lanzador Francisco Montero aspira a tener un nicho en la inmortalidad del deporte dominicano. Sus hazañas están escritas con letras de oro en el deporte de la familia, el sóftbol, y son gratos los recuerdos en los equipos donde están registradas sus actuaciones.

Fue un estelar del sóftbol en las décadas de 1980 y en el 1990 con los Caimanes de la Coca-Cola y a la fecha Secretaría de Agricultura, comenzó en la liga Orlando Martínez, donde fue pieza principal desde el montículo.

Montero formó parte de una generación de lanzadores de lanzamiento lento (chata), en la que fueron estelares los fallecidos Alejandro Hernández Hernández (El Flato) y Luis Ortíz, (Yeyé) Upia (Can-Can) Chachón y en donde también lanzaron, José Ramírez y Julio Edward entre otros.

Nativo de El Cercado en el lejano Sur, se refugió en “Los Materos Ausentes”, padres de la liga Orlando Martínez, como un espacio de reunión para revivir sus raíces y mantener unidos los vínculos de su comunidad. Sus actuaciones en esa liga fue su punto de partida para ser reclamado por los mejores equipos de la época para formar parte de su cuerpo monticular.

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Infografía
Francisco Montero formó parte de una legión de lanzadores estelares en el sóftbol chata de la República Dominicana. (DL/A. ROSARIO BÁEZ)

Los Caimanes de la Coca-Cola, dirigido en principio por Roberto Jaquez y luego por Rafael Natera, fue campeón del sóftbol B del Distrito en más de cinco ocasiones y Montero fue parte de su cuerpo monticular junto a Ortiz.

Con ese equipo recuerda lo que ha definido como un gran partido, cuando se impuso por blanqueada al imponente conjunto Astroboys de Toshiba, cuatro vueltas a cero y en que solo permitió dos hits. Domingo Adames y Antonio Almánzar fueron los únicos que le batearon a Montero por terreno de nadie.

Con más de 60 años de edad, montero se ha mantenido alrededor de los estadios, como parte del personal de la Federación Dominicana de Sóftbol donde trabaja en el acondicionamiento de los espacios del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y al final de su jornada, entrena a jóvenes que buscan su futuro en el béisbol de las Grandes Ligas.

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Infografía
Francisco Montero formó parte de una legión de lanzadores estelares en el sóftbol chata de la República Dominicana. (DL/A. ROSARIO BÁEZ)

Como prepara talentos

Ha sido el formador de varios jugadores fichados por equipo de las Grandes Ligas, como es el caso del hoy Roberto Hernández, antiguo Fausto Carmona, quien lanzó en la Gran Carpa con los Indios de Cleveland, Azulejos de Toronto, Filis de Filadelfia, Dodgers de Los Ángeles y Bravos de Atlanta, desde el 2006 en que fue ascendido a las mayores hasta el 2016.

Pero lo ganado por Montero como “prepara talento” es un dinero ocasional, “porque este año me pueden firmar uno o dos muchachos”, pero pueden pasar varios años sin lograr ese objetivo”, afirma el pasado estelar lanzador del sóftbol, al tiempo de considerar que su actuación en el pasado debe ser evaluada por la comisión del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.

“El doctor Dionisio Guzmán es de sóftbol, conoce de nuestras hazañas porque él fue miembro de la Federación Dominicana de Sóftbol y sabe perfectamente de lo que significaba un partido con Montero versus el Flaco, Hernández Hernández; Montero versus Luis Ortíz (El Yeyé), ambos fallecidos; Montero versus José –Caquito- Ramírez o Montero contra el también fallecido Chacón.

Ser miembro del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano significa un salario de RD$ 30 mil pesos mensuales, lo que para Montero sería la garantía de sus medicamentos debido a que padece de “diabetes” una enfermedad que poco a poco le reduce mi tiempo de vida”.

Se considera un “inmortal”, aunque no tenga el certificado del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano y soporta su consideración en el afecto que recibe de aquellos que en su época recuerdan sus hazañas en los estadios dominicanos.

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