Lo que piensa Tom Virgets con relación a la situación del COI y la AIBA
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AFP
Las decisiones del COI “trataban de llevar a la ruina a la AIBA”, estimó el estadounidense Tom Virgets, director General de la Federación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA), apartada de la organización del torneo olímpico de los Juegos de Tokio-2020 por graves problemas de gobernanza.
A finales de mayo, debido a las numerosas deficiencias que presentaba la AIBA en materia de gobernanza, finanzas, ética, lucha antidopaje, arbitraje, el COI decidió retirar a esta federación la organización del torneo de boxeo olímpico, así como los torneos clasificatorios. La decisión, la primera de este tipo en la historia olímpica, debe ser formalmente ratificada la semana que viene en la sesión del COI en Lausana.
La AIBA, ya en graves problemas económicos, se halla así privada de los ingresos repartidos a cada federación olímpica, lo que para el boxeo supone una suma de 17,5 millones de dólares (15,6 millones de euros).
“Las decisiones tomadas por el COI buscaban claramente llevar a la AIBA a la ruina”, acusa Virgets en una carta dirigida la semana pasada a los miembros de la comisión ejecutiva de la AIBA, y a la que tuvo acceso la AFP.
“Todas las fuentes de ingresos de la AIBA fueron cortadas”, añadió Virgets. “Atendiendo al tono y al contenido del informe de la comisión de investigación (del COI), en mi opinión está claro que la decisión de suspender a la AIBA fue tomada hace mucho tiempo, y que las informaciones y datos que aportamos fueron utilizados para identificar nuestros puntos vulnerables para que la decisión hiciese todo el daño posible a la AIBA”.
Ante las dificultades financieras, la AIBA, que dispone de “menos de 400.000 dólares en su cuenta”, no cuenta siquiera de los medios para organizar un congreso extraordinario.
“Sin una aportación de dinero significativa, la organización será declarada insolvente y pasará a manos de la justicia”, añadió Virgets.
De 30 a 3 empleados
En la carta, Virgets indica asimismo que la AIBA tuvo que prescindir de una gran parte de su personal y sólo cuenta con tres empleados, por los 30 en el momento de los Juegos de Rio-2016.
El COI dejó caer que la AIBA podría ser reintegrada después de los Juegos de Tokio, pero bajo la condición de no estar al mando ningún directivo ligado con el periodo actual.
Según una fuente próxima al caso, “es también la cuestión de la presencia del boxeo en los Juegos Olímpicos de París-2024 lo que estará en juego”.
Una comisión de investigación fue creada en diciembre por el COI, que decidió entonces congelar la organización del torneo de boxeo en Tokio a la espera de las conclusiones.
La llegada a la presidencia de la AIBA del polémico empresario uzbeko Gafur Rakhimov, que dimitió posteriormente, desató una ola de inquietud en el movimiento olímpico por la situación de una federación que regularmente vive momentos de crisis.
El paquistaní Anwar Chowdhry, presidente de la AIBA de 1986 a 2006, fue suspendido a perpetuidad en 2007 por malversación financiera.
Chowdhry fue derrotado en las elecciones de 2006 por el taiwanés Ching Kuo Wu, que también tuvo que dimitir en noviembre de 2017.
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