Wilfrido Hernández puso su sello en el mundo árabe al ganar en Libia

SANTO DOMINGO. La presencia dominicana en términos deportivos dentro del mundo árabe mantiene su ascenso al observar los logros de tres jugadores de voleibol.

Wilfrido Hernández, Elvis Contreras y José Cáceres han llenado de lujo los equipos para los cuales jugaron en competencias recientes. Los resultados son de vitrina.

Hernández en Libia, Contreras en Baréin y Cáceres en el Líbano ganaron sus respectivas ligas y de los tres, un doblete para Elvis, que ganó el campeonato local de Baréin y también la Copa del Rey.

Para el dominicano en Libia fue un hecho especial. Juega en una tierra que todavía está marcada por el conflicto de la guerra iniciada en 2014 y que en consecuencia tiene al país dividido en dos.

Hernández, nativo de San Juan de la Maguana, reforzó al equipo AL Swehly, de Libia, con base en la ciudad de Misurata, 187 km al este de Trípoli, capital de Libia.

Aun cuando todavía el país no se recupera del todo de la guerra, se respira cierta paz. Todavía hay zonas en reconstrucción, situación que atestigua Hernández, un jugador central de la selección dominicana.

Contrario a lo que se pueda pensar, “se puede caminar en la ciudad sin ningún temor”, dice en referencia a Trípoli e independientemente de la hora. Aquí le tocó estar cerca de una playa, “un lugar bien bonito”.

Hernández visitó Trípoli donde disputó la Copa Libia de Voleibol con su equipo, para perderla en cinco sets en la cancha Great Hall, de la capital libia, donde Ahli Benghazi alzó el trofeo.

Un poco doloroso, ya que le habían ganado varias veces tanto en el torneo de liga, como en la Copa Árabe y la Africana, pero cayeron en esa partida. “Nos confiamos, ya les habíamos ganado otras veces”, señala Hernández, jugador de 27 años.

“Gente aquí es buena”

De esa manera, su equipo no pudo llevar alegría a Misurata, la tercera ciudad libia más importante después de Trípoli y Bengasi.

“(Misurata) fue una de las ciudades más afectadas en la guerra, una de las más destruidas”, dice, pero “la gente aquí son buenas personas y muy atentos”, señala refiriéndose no sólo Misurata, sino también a Trípoli. Aún así, Libia es un país donde se puede comprar “barato”. Y pone de ejemplo: “Con lo que compras un carro allá (en RD), aquí se compran dos”.

No es la primera vez que él se encuentra en algún país árabe, pues tanto él como Elnis Palomino, Luis Adames, Henry Tapia y Germán Recio reforzaron en la Liga del Líbano para el 2015. Lo hizo con el Kalamoun, junto con Recio.

A ese país suma a Francia con el Orange (2012-2013) y el Asnieres (2013-2014).

La hazaña

En términos personales, este atleta, que primero practicó boxeo entre los 13-14 años, vio lograr un sueño. “Desde que empecé a jugar profesional esta es la primera vez que llevé a un equipo a ser campeón”, señala el atleta. “Desde que me contrataron nos dijeron eso, que querían ganar la liga y que conmigo podían ser campeón y gracias a Dios logramos el objetivo”.

Todo para felicidad de su esposa Sorángel Santana Reyes y especialmente su hijo de un año Waylin Dereck Hernández Santana.

Y fue avasallante pues en la regular, que se juegan ocho partidos los ganaron todos y de hecho “sólo perdimos tres sets”.

El invicto incluyó la final donde van los cuatro primeros donde juegan un todos contra todos de un partido y allí “perdimos sólo un set, a los otros tres equipos les ganamos 3-0”.

Eso ha valido para que el equipo se interese en el retorno del jugador, el mejor exponente del voleibol de su provincia, San Juan. Hay ofertas por revisar y por eso no se quiere desesperar, explica el atleta.

¿Lo del idioma? Eso no fue problema, reconoce. En el equipo hay seis que hablan inglés, lengua en la que puede comunicarse, incluso con el dirigente, además de que el sexteto también habla ese idioma.

Así va de momento la vida del voleibol para este jugador, cuyo deporte le “ha cambiado” la vida, admite. “Todo lo que tengo gracias a Dios se lo debo al voleibol”, reconoce.

Al país, Hernández retornará el próximo 15 de mayo. La ruta aérea comenzará en Misurata, donde está y seguirá por Trípoli-Estambul-Nueva York-Santo Domingo.

Carlos Sánchez G.