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El reto Argentarium de 2018

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El reto Argentarium de 2018
Más que buenos propósitos, hay que plantearse reemplazar malos hábitos por buenos (ILUSTRACIÓN: RAMÓN L. SANDOVAL)

Por Alejandro Fernández W.

Analista financiero

A Lenis, Daifry y Lina, con orgullo.

Más que propósitos de inicio de año, mejor sería que tomáramos acciones concretas y específicas para que al cierre del 2018 tengamos una condición financiera mejor que la actual.

Decir que voy ahorrar más, pagar mis deudas, mejorar mis ingresos, llevar un mejor presupuesto o educarme más financieramente son aspiraciones válidas, obviamente que recomendables, pero la pregunta es: ¿cómo hacerlas realidad, para que no se queden en el tintero?

En la década que llevo dedicado a estudiar, investigar y trabajar en los retos de mejorar el bienestar financiero personal, sea del dominicano o de quien sea, llego a una conclusión: Lo más importante, quizás lo único importante, es asumir hábitos buenos y dejar a un lado los malos.

Cambiar hábitos es algo extremadamente retador (pregúntele a cualquier ex-fumador o bebedor), pero estoy convencido de que sí es posible mejorarlos.

Si usted quiere ahorrar más, gaste menos. Como todos queremos gastar más, póngaselo más difícil a usted mismo el sacar dinero de sus bolsillos a la calle. ¿Cómo? Deje la tarjeta de crédito guardada en una caja fuerte. Désela a su mamá.

Si de verdad quiere gastar menos, deshabilite la opción de compras automáticas en las páginas web donde realiza sus compras electrónicas.

Por un mes, aunque sea por una quincena, literalmente manéjese con “sobrecitos” de efectivo que tengan indicados a qué corresponde cada peso de esa quincena o ese sueldo mensual. Al pagar en “cash”, le dolerá más su propio dinero y pensará mejor al momento de gastarlo.

A nivel bancario, la herramienta más poderosa que conozco es el ahorro programado: Autorice un débito automático a su cuenta de nómina, por ejemplo, para que se le acredite a una cuenta de ahorro “con libreta” (¡no con tarjeta de débito, para que se le dificulte el retirarlo!).

¡Claro que es una opción ahorrar a través de la cooperativa de su lugar de trabajo! Pero no para que le presten, sino para obligarse a ahorrar. Usted puede, ahora, hoy mismo, autorizar que le descuenten de su nómina, de tal forma que ni siquiera verá, ni sentirá, esa deducción. Créame: Su futuro yo, con el que se encontrará en apenas 50 semanas a fin de año, se lo agradecerá.

El ahorro grupal, como el del tradicional “san” que todavía hoy se practica en nuestras oficinas, barrios y campos, tiene la gran ventaja de que lo comprometerá frente a terceros a cumplir con su palabra. Es la clave de su éxito y de su permanencia en el tiempo. ¡Intégrese a uno! Y si no conoce uno... Siga leyendo.

Por ejemplo: Si esta semana comienza ahorrando RD$50, y se compromete de aquí hasta fin de año a incrementar ese ahorro por RD$25 adicionales semanalmente (es decir, RD$75, RD$100, RD$125, etc.), terminará 2018 con casi RD$35,000.

Una alternativa, quizás más asequible, sería asumir el reto del ahorro de RD$10 semanales (incrementándolo por igual cantidad de aquí a diciembre: RD$20, RD$30, RD$50, etc.). Llegará a las próximas Navidades con unos RD$14,000.

En 2015, tres jóvenes lectoras de esta columna, a quien hoy con orgullo se la dedicamos, se propusieron, por iniciativa propia, asumir lo que ellas mismas llamaran el “Argentarium Challenge”.

Designaron a la más disciplinada del grupo para procurar los aportes semanales. Disfrutaron del proceso, cual si fuera un juego o competencia, y hasta se propusieron una fiesta si llegaban a la meta.

Las emprendedoras fundadoras del reto no solamente lograron su sueño en 2015 y 2016, sino que en 2017 integraron a quince compañeros de trabajo y colectivamente lograron ahorrar RD$400,000.

Conocí a todos los participantes del “challenge” de 2016, pues me invitaron a la celebración de fin de año. Jóvenes, madres solteras, parejas recién casadas, gente “normal” y trabajadora, que enfrentan muchos de los mismos retos con el que lidia el dominicano “de a pie”. Si ellas pudieron, usted también puede.

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