Viento en popa, 2018
Por Alejandro Fernández W.
Analista financiero
A todas luces, el presente año marcará la real recuperación de la economía dominicana, luego de un 2017 que, creciendo tan “solo” 4.6%, no dejó de decepcionar a muchos analistas.
Tanto optimismo surge a raíz de las cifras de desempeño macroeconómico que, aunque preliminares, dio a conocer el Banco Central esta semana en torno al primer trimestre del 2018.
El producto interno bruto creció a un ritmo de 6.4%, superior al 5.5% del primer trimestre de 2017. Lo que es más, el mismo gobernador avanzó su opinión de que, siendo conservador, al llegar diciembre del 2018 habremos acumulado un crecimiento de, “por lo menos”, 7.0% del PIB.
El dinamismo no solamente fue importante en términos de magnitud, sino también generalizado. Sectores tan maduros como las zonas francas crecieron 10.9%, la construcción 9.3% e incluso el comercio un vigoroso 8.2%.
De hecho, todos los subsectores económicos tuvieron un desempeño positivo.
Tanta belleza no surge solamente de las estadísticas de cuentas nacionales que presentó el Banco Central ayer. Las del crédito privado tienden a darle la razón.
En la primera gráfica vemos que en abril del 2018 se cumple el mes 64 del gran “boom” crediticio y que todavía hoy se mantiene, marcando un dinamismo real 9.7% en préstamos al sector privado.
Compárese con los dos ciclos anteriores (los de 2005-2009 y 2009-2013) y se apreciará que el actual les supera en longevidad por año y medio y, cabe decir, con estas tasas de interés, sin perspectiva a llegar a su fin en lo inmediato.
Al igual que en las cuentas bancentralianas, el crédito en RD$ crece de manera generalizada, con algunos sectores que lo hacen de forma impresionante: manufactura al 26%, la construcción 24%, el comercio 18% y hasta la agricultura 17%, aunque por primera vez los créditos a personas (consumo, hipotecario y tarjetas) crecen por debajo del promedio.
Riesgos ante tanto optimismo
El petróleo se disparó 37% en el último año. La inflación, y la devaluación del RD$, aunque baja, tiene tendencia alcista. Los tipos de interés a nivel internacional están subiendo. En este contexto, ¿hasta cuándo se podrá mantener tanta belleza sin ajustar tasas de interés aquí? Esa, sin duda alguna, es la pregunta.