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Un inicio decepcionante

Aunque el año no se iniciará bien, lo importante es cómo terminará. Tal vez será mejor que 2017. De hecho, apostamos a ello

Por Alejandro Fernández W.

Analista financiero

Cuando faltan días para el cierre del primer trimestre, nos adelantamos para ver cómo ha sido el inicio de este ya no tan nuevo año 2018. Lo que encontramos, como verán y como era de esperar, decepciona.

Opinamos sobre la base de las estadísticas del crédito bancario en moneda local a los hogares y a las empresas, como una aproximación del nivel de actividad económica en términos generales.

En la primera gráfica se verá que, al compararnos con igual periodo de hace un año, se mantiene un buen ritmo de crecimiento. En términos reales, neto de inflación, estamos creciendo en marzo a un ritmo de 9.4%, incluso superior al 7.0% que se registró en septiembre pasado.

Visto así, cualquiera respira optimismo. Increíblemente, acumulamos 60 meses de crecimiento continuo, por lo que estamos en medio del “boom” crediticio más largo de la historia reciente.

¿Por qué nuestro pesimismo, entonces?

Si analizamos los saldos de préstamos en lo que va de estos primeros tres meses, se verá que comparados con el cierre de 2017, el crédito apenas creció 0.02%.

Contraste ese anémico crecimiento con el 0.42% que promedió entre 2012-2017 o con el 1.44% o 1.26% que creció el financiamiento al sector privado en 2013 y 2014, y quizás me comprenda mejor.

Claro, el 0.02% actual es mejor que la caída del 0.64% del primer trimestre del año pasado y cuyo pobre desempeño presagió las estimulantes y más laxas medidas anunciadas por el Banco Central a mitad del 2017.

En la tercera gráfica repasamos el desempeño por sector receptor del crédito privado. Note que los primeros trimestres nunca han sido de gran crecimiento. Aun así, el actual, con la excepción del sector construcción e industrial, es muy pobre.

Observe, por ejemplo, que hasta el crédito al consumo, que siempre ha sido uno de dinamismo extraordinario (promedia 2.1% los primeros trimestres) solo creció 0.2% en lo que va de año.

Todavía queda mucho 2018, pero a algunos sorprenderá este lento inicio, por las tasas tan bajas y el apetito de los bancos para prestar. A mí, como pueden leer en el subtítulo de esta nota, no me sorprende.

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