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Rango de políticas

El propósito de las políticas es influir sobre el comportamiento económico, para que su aplicación pueda dejar actuar a las fuerzas del mercado

La confianza en la capacidad de muchos gobiernos para influir sobre la situación económica de sus países se encuentra hoy en un nivel muy bajo. Ellos se muestran incapaces de reducir sus altísimas deudas públicas, o de reactivar la actividad económica y disminuir el desempleo. Inversionistas y consumidores perciben esa debilidad y no responden como se espera a las señales que las políticas les envían.

Una de las razones por las que esto sucede es el aparente olvido de que los efectos de las políticas económicas varían según el nivel al que han llegado sus instrumentos. Poniendo como ejemplo a la política de tasas de interés, los resultados de una reducción de medio punto en la tasa de referencia serían diferentes si se partiera del 5% a si el punto de partida fuera un ya muy bajo 0.75%. En ese sentido, una correcta formulación de políticas toma en cuenta que la intensidad y duración de las medidas aplicadas se mantenga dentro del rango en que son efectivas, a fin de que logren su propósito y que sus beneficios excedan sus eventuales perjuicios.

El propósito de las políticas es influir sobre el comportamiento de la economía, para que luego de su aplicación pueda dejarse actuar a las fuerzas del mercado. Pero si ellas se aplican fuera de su rango de efectividad, aparte de la desconfianza provocada por la persistencia de los problemas, ocurren variaciones en los precios, producción, gasto, ahorro y asignaciones de recursos que no se corresponden con los objetivos que motivaron la intervención. Y peor aún, se crean patrones de comportamiento que hacen necesario intervenciones adicionales para subsanar sus consecuencias.

Eso significa que las malas políticas no son únicamente aquellas que claramente van en contra de las metas planteadas. A ésas se unen otras que, aunque correctas en lo que a su dirección concierne, son aplicadas en condiciones en las que han perdido la mayor parte de su efectividad.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.