Resurrección monetaria

Volver a la vida terrenal después de morir parece imposible para los seres humanos. Sus parientes y amigos los querrían con ellos de nuevo, pero no lo logran. En el ámbito de la economía, en cambio, esa imposibilidad no se aplica a las monedas. Aun así no es fácil traerlas de regreso luego de que desaparecen, pues suelen fallecer porque han dejado de cumplir su papel y la población las rechaza. Dejan tras ellas una estela de destrucción y desasosiego, causada por procesos inflacionarios y escaseces traumáticas.

Su resurrección, por lo tanto, aunque sea con otro aspecto y nombre, despierta temor y desconfianza.

Ecuador, a pesar de sus años con un gobierno de izquierda, sigue usando el dólar, después de desechar su moneda nacional en medio de un enorme caos. Otro país, Zimbabue en África, también eliminó la suya debido a una inflación que hace ver la experiencia venezolana como un modelo de estabilidad.

En el 2008, el alza de los precios en Zimbabue llegó al 231,000,000%, nivel que desafía la capacidad de comprensión de cualquier persona. Se intentó variar la imagen de la moneda quitándole 10 ceros y poniéndole otro nombre, pero el mal hábito de imprimirla en exceso continuó, y en febrero del 2009 se le volvió a cambiar el nombre luego de quitarle otros doce ceros. Dos meses después fue finalmente eliminada, sin que nadie lamentara su deceso, y reemplazada por el dólar estadounidense, permitiéndose la circulación de otras siete divisas extranjeras, entre ellas la libra esterlina, el yuan chino, el dólar australiano, el rand sudafricano, la rupia india y el yen japonés.

Pero su final no fue definitivo. El banco central de Zimbabue anunció la vuelta a la vida de la moneda nacional, esta vez con el críptico nombre de dólar RTGS, basado en transacciones interbancarias liquidadas en tiempo real. Al precio fijado de 2.5 RTGS por dólar estadounidense, no obstante, la nueva moneda luce estar por encima de su valor de mercado.

Gustavo Volmar

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Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.