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Pérdidas descomunales

Una tercera parte de los alimentos producidos en el mundo anualmente para consumo humano se pierde o es desperdiciada

Luce increíble, pero de acuerdo a cifras de la FAO, la agencia de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación, una tercera parte de los alimentos producidos en el mundo anualmente para consumo humano se pierde o es desperdiciada. En términos de peso, esa pérdida equivale a 1,300 millones de toneladas, repartidos entre las naciones desarrolladas (670 millones) y las menos avanzadas (630 millones). En términos de dinero representa 990,000 millones de dólares, de los cuales 680,000 millones corresponde a los países ricos y 310,000 millones a los pobres. La diferencia entre ambos grupos de países en cuanto al monto en dólares obedece a los tipos de productos involucrados y a la estructura de precios vigente en cada grupo.

En lo que a regiones toca, las mayores pérdidas por persona ocurren, como era de esperar, en las más pudientes, Europa y Norteamérica, con alrededor de 105 kilogramos al año. En cambio, en las regiones más depauperadas del África subsahariana y el sudeste de Asia, apenas alcanzan los 9 kilogramos.

Encabezan la lista de pérdidas las frutas, cereales y vegetales. Les siguen tubérculos, semillas oleaginosas, carne, productos lácteos y pescado. Entre los punteros están el pan, la leche, las papas y el queso. A todos nos sucede igual en nuestras casas y apartamentos, siendo habitual que debamos descartar productos que se deterioran debido al calor, la humedad y el paso del tiempo. Pero aunque pudiéramos reducir a cero las pérdidas en los hogares, existirían pérdidas significativas en las cosechas, recolección, procesamiento, empaque, transporte, almacenamiento y distribución de los alimentos.

Y aquí el nivel de las pérdidas tiene un poderoso aliado, pues son acentuadas por los apagones que padecemos. Eso implica que aunque sea difícil cuantificarla, una parte de los alimentos que se dejan de consumir aquí ha sido, y es, una consecuencia de las ya habituales deficiencias de nuestro sector eléctrico.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.