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Barrick Gold dice sus compromisos financieros dificultan modificar contrato

SANTO DOMINGO. La empresa Barrick Pueblo Viejo dijo ayer que está dispuesta al diálogo con el Estado dominicano sobre los aspectos del contrato suscrito y aprobado por el Congreso Nacional bajo sus facultades constitucionales, pero reiteró las limitaciones que enfrenta para su modificación, debido a los compromisos asumidos con las instituciones que financian el proyecto.

A través de un comunicado, confirmó que ha tenido "acercamientos amigables" con el Estado para analizar las inquietudes derivadas del contrato de explotación del oro en Pueblo Viejo, Cotuí.

El presidente Danilo Medina llamó ayer a la empresa de capital canadiense a la revisión del contrato porque, aseguró, por cada US$100 que gane esa minera, el Estado dominicano sólo recibiría US$3.

Manuel Rocha, presidente de Barrick Pueblo Viejo, consideró que la seguridad jurídica es fundamental para alcanzar la meta de generar beneficios compartidos entre Barrick, el Estado, las poblaciones cercanas al yacimiento minero y toda la economía dominicana.

Otros aspectos

Condiciones justas. Medina advirtió que el oro que subyace en el suelo dominicano sólo podrá ser extraído, procesado y exportado, si las condiciones de distribución de los ingresos generados por la explotación de este recurso no renovable, son justas y favorables para las dominicanas y los dominicanos. "Y en los actuales momentos no lo son", sentenció.

Responsabilidad. Destacó que ni la empresa (a la que llamó seria y comprometida con el medio ambiente), ni el gobierno, han sido responsables del cambio de escenario en los precios del oro, pero señaló que nadie puede negar que los tiempos son muy diferentes.

Seis veces más. El mandatario indicó que el hecho de que el precio del oro sea actualmente casi seis veces más alto que el de marzo de 2002, cuando se firmó el contrato, es un reflejo de la magnitud del cambio de condiciones.

seguridad jurídica. Medina reiteró su compromiso con el principio de la seguridad jurídica a la inversión nacional y extranjera. "Soy un fiel creyente de la sana inversión extranjera para estimular el crecimiento del ingreso, el empleo, la reducción de la pobreza y la generación de divisas, en economías emergentes como la nuestra", afirmó.