Retiro de American

Años atrás, el tráfico aéreo del país se hacía desde y hacia Santo Domingo. La ruta más importante era la de Nueva York, tanto de pasajeros como de carga aérea, siendo la de Miami sólo una fracción de ésta. Y la aerolínea que para los dominicanos simbolizaba los viajes por avión era la Pan American, luego conocida como PanAm. Más adelante vino Eastern, y finalmente American Airlines se impuso sobre todas las otras.

American llegó a ser la mayor línea aérea de los Estados Unidos, pero hoy es la tercera, se encuentra en quiebra, y el lunes anunció el cese de sus frecuencias en las rutas directas entre la República Dominicana y Nueva York.

Llama la atención que ese cese ocurre cuando la compañía está en proceso de recuperación. Avanza en sus negociaciones de fusión con US Airways para crear la línea aérea más grande del mundo, por encima de United-Continental, habiendo llegado a fines de diciembre a un acuerdo con el sindicato de pilotos con ese objetivo. Y en noviembre del 2014 espera recibir las primeras unidades de los 42 Boeing 787 Dreamliners que tiene ordenados. Aparte de esos aviones, tiene pedidos también 111 Boeing 737, 18 Boeing 777 y 260 Airbus A320, además de opciones para otras 111 aeronaves.

Hay que reconocer que Santo Domingo no es una ruta tan atractiva como nosotros quisiéramos creer. En abril también se va Iberia. Nuestros sueños de convertir la República Dominicana en un "hub" para ésa y otras aerolíneas europeas fracasaron, en parte por la desidia de las autoridades. Tampoco progresaron los intentos de crear aquí un centro regional de mantenimiento de aeronaves. El tráfico dominicano es de bajo costo, propio para líneas de descuento, con una reducida ocupación de asientos de clase ejecutiva. Tiene un turismo de playas en que la capital y Santiago no figuran. Y es un destino con pocos enlaces, lo que favorece los vuelos charters pero perjudica los regulares, al crear desbalances en la ocupación.

Gustavo Volmar