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Y el ganador es …

Comparando el discurso de ayer con la ceremonia de premiación de la industria cinematográfica, la Barrick se llevó el Oscar a la mejor película y todos los demás, incluyendo los de mejor actor principal, actor de reparto, guión, música y efectos especiales, con la diferencia de que en este caso el ganador no fue felicitado, ni dio las gracias por haber sido seleccionado.

El ganador, en realidad, fue el presidente Medina, cuyo liderazgo saldrá fortalecido.

La discusión con la Barrick envuelve tiempo e inversión.

Tiempo, porque en juego está quién cobra primero. El Presidente expresó que, según el contrato modificado por el gobierno anterior la Barrick recuperará su inversión en poco más de dos años, llevándose el 97% de los ingresos.

Sólo después recibirá el país algo más, pero eso significa que quien lo recibirá será el próximo gobierno. Al actual sólo le tocarán las "migajas", y no desea que se le acuse de coger lo que le toca al próximo, por lo que no quiere que la Barrick le pague más en forma de "adelantos", sino como parte de los ingresos que vaya obteniendo desde ahora.

El tiempo es importante también porque nadie sabe realmente a qué precio estará el oro dentro de dos años. Puede subir, pero también puede bajar, esto último, sobre todo si se recupera el crecimiento económico en Europa, Japón y los Estados Unidos.

Pero aparte del tiempo, el otro asunto es la inversión. La Barrick dice haber invertido un 60% más que lo planeado originalmente. Como el contrato da prioridad a que recupere esa inversión, a la República Dominicana le interesa comprobar esos números. Pero no basta con verificar que lo invirtió, sino indagar y revelar su necesidad, pues el país no debe asumir el costo de excesos causados por ineficiencias o sobreprecios.

La Barrick es ahora el adversario que galvaniza la unidad nacional. Le convendría negociar y no forzar un arbitraje en la corte internacional, aunque pueda ganarlo.