Estado deja de percibir US$260 millones al año por el comercio ilícito

La República Dominicana deja de percibir unos US$260 millones al año debido a las actividades de comercio ilícito, las cuales también generan una competencia desleal que va en contra de los productores nacionales y de los comerciantes organizados del país.

Durante un foro sobre comercio ilícito realizado hoy, al cual asistieron autoridades, diplomáticos y dirigentes de organizaciones empresariales, se informó que para un combate exitoso a esta actividad, se requiere un trabajo conjunto coordinado entre las diferentes agencias gubernamentales y las industrias.

“Para combatir el comercio ilícito se requieren medidas legales, fiscales, policiales, deben desarrollarse e implementarse sistemas de control y seguimiento por parte de cada Estado, que solo pueden llevarse a cabo de forma eficaz si se utilizan métodos y técnicas rigurosas”, expresó Chris Campbell, embajador de Reino Unido en el país, quien participó en el foro realizado en un hotel de capital dominicana.

El diplomático recordó que en la séptima semana dominicana que se llevó a cabo en Londres en octubre del año pasado, el 65% del comercio ilegal en República Dominicana corresponde a contrabando, el 15% a declaración incompleta y el 12% a productos falsificado. Esto representa “una pérdida de ingresos fiscales que supera los 260 millones de dólares cada año”.

En tanto que el ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Nelson Toca, quien también participó en el evento organizado por la Asociación de Industrias (AIRD), la Cámara Británica de Comercio y la Embajada de Reino Unido, manifestó que ese ministerio ratifica su compromiso de combatir y erradicar las prácticas de contrabando, adulteración y falsificación de productos.

El funcionario señaló que Ley 17-19 para la erradicación del comercio ilícito, que se promulgó a finales de febrero, proporciona las herramientas para combatir y sancionar las redes criminales que se dedican a estas prácticas ilícitas.

Sobre el tema, el presidente de la AIRD, Celso Juan Marranzini, expresó que las prácticas de comercio ilícito como la falsificación, la adulteración de productos, la evasión fiscal y el contrabando han ocasionado y siguen ocasionando una situación difícil a industrias como farmacéuticas, de bebidas alcohólicas, la del cigarrillo, y los comercializadores de combustibles, que según explicó han visto mermar considerablemente sus niveles de competitividad.

“Se trata de lo que hemos llamado una “cultura de la ilegalidad que resta competitividad a las empresas, pero también impacta negativamente la capacidad recaudatoria del estado y crea distorsión en el mercado al obligar a las industrias que cumplen con sus obligaciones legales y tributarias a competir en condiciones de desventaja contra evasores y estructuras fraudulentas que dicen llamarse empresas y que se encuentran comercializando productos al margen de la ley y del cumplimiento del pago de impuestos”, explicó.

Amílcar Nivar