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Emmanuel Macron no tendrá misericordia de Theresa May

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Emmanuel Macron no tendrá misericordia de Theresa May
Emmanuel Macron, el presidente de Francia. (FOTO EFE)

Al presidente de Francia le convendría un Brexit rápido y duro.

Actualmente tenemos un liderazgo fuerte y estable... en Francia, no en el Reino Unido. Theresa May, la primera ministra del Reino Unido, entrará en negociaciones del Brexit gravemente debilitada después de las elecciones generales del Reino Unido. Por el contrario, Emmanuel Macron, el presidente de Francia, está preparado para salir de las elecciones legislativas con la enorme mayoría parlamentaria con la que la Sra. May soñara alguna vez.

Los dos líderes se reunirán para cenar en París el martes por la noche. Entre los británicos en pro de permanecer en la Unión Europea (UE) existen algunas ingenuas esperanzas de que la combinación de una débil Sra. May y un fuerte Sr. Macron pueda ayudar a liberar al Reino Unido de un “Brexit duro”. Pero eso es poco probable. El presidente francés tiene escasos incentivos para ayudar al Reino Unido a salir del lío en el que se encuentra, incluso si fuera posible. De hecho, para el presidente Macron, el Brexit se ve cada vez más como una oportunidad histórica en vez de ser un motivo de consternación.

El programa del Sr. Macron para la recuperación de Francia contiene a la UE en su corazón. En la noche de su victoria electoral, el presidente subió al escenario al compás del himno europeo, “Oda a la Alegría”. Pero su visión de una Francia revitalizada, dentro de una UE revitalizada, realmente funciona mejor si el Brexit continúa ininterrumpido.

El Sr. Macron representa la facción de la política francesa que apasionadamente cree en “más Europa”. Él desea una integración más profunda por parte de la UE en materia de defensa y de finanzas, e incluso ha abogado por un ministro de Finanzas para la eurozona.

Tradicionalmente, el Reino Unido ha actuado como freno ante el federalismo europeo. Una UE sin el Reino Unido estará mucho más abierta a las ideas francesas acerca de integración económica, protección de los mercados europeos y establecimiento de una identidad de defensa de la UE. Pero la oportunidad para avanzar con la agenda federalista pudiera ser relativamente limitada. Ésa representa una razón más para que el gobierno del Sr. Macron no permita que el proceso del Brexit se prolongue durante muchos años.

Un Brexit en el que el Reino Unido se vea seriamente afectado también sirve un crucial propósito político interno para el Sr. Macron. Marine Le Pen, su opositora en la elección presidencial, elogió al Brexit como un ejemplo para Francia.

El Sr. Macron tiene que mostrarles a los votantes franceses que salirse de la UE sólo traerá sufrimiento. Si, al mismo tiempo, puede reconstruir la asociación franco-alemana en el corazón de la UE, es probable que pueda restaurar la popularidad del proyecto europeo en Francia.

Con el Reino Unido fuera de la UE, existe una posibilidad mucho más fuerte de reencender el motor franco-alemán que tradicionalmente había impulsado la integración europea. Los alemanes son mucho más receptivos a las propuestas francesas a la luz del Brexit y de la presidencia del Sr. Trump en EEUU. En el reciente discurso en el que Angela Merkel sugirió que el Reino Unido y EEUU ya no eran socios confiables, la canciller alemana también exaltó la necesidad de cooperación con Francia. Una reciente encuesta de opinión indicó que el 94 por ciento de los alemanes confiaba en Francia, comparado con el 60 por ciento que confía en el Reino Unido y con sólo el 21 por ciento que confía en EEUU.

La ampliación de la UE para incluir países del antiguo bloque soviético — una política vigorosamente apoyada por el Reino Unido — ha diluido el dominio tradicional de Francia sobre la UE. Pero Polonia y Hungría también se están automarginalizando al adoptar políticas cada vez más iliberales y antidemocráticas domésticamente.

El Sr. Macron había dirigido los llamamientos para que la UE adoptara una línea verdaderamente dura con los polacos, hasta e incluyendo la imposición de sanciones. Con la salida del Reino Unido y con los grandes países de Europa del Este empujados a los márgenes, la UE pudiera comenzar a sentirse un poco más como la original “Europa de los seis” inventada por los estadistas franceses en la década de 1950 y que algunos ‘eurófilos’ franceses siguen anhelando.

Las oportunidades para Francia son tanto económicas como políticas. Si el Reino Unido se autoexcluye del mercado único de la UE, Francia tiene una oportunidad única de atraer empleos en el campo de las finanzas y de la manufactura. Por esa razón, un “Brexit duro” pudiera convenirle más a Francia, ya que aseguraría que la City de Londres perdiera su “pasaporte” para hacer negocios relacionados con el euro y también interrumpiría las cadenas de suministro de los fabricantes británicos.

Airbus ya ha advertido que es probable que un número de empleos salgan de Gran Bretaña, si el Reino Unido se sale del mercado interno de la UE, y Francia bien pudiera ser el beneficiario. Todo esto significa que el Sr. Macron tiene escasos incentivos económicos o políticos para hacer concesiones sobre migración o sobre dinero que le faciliten al Reino Unido elegir un “Brexit suave”.

A medida que el presidente Macron se dedica a los intereses nacionales franceses, también tendrá el placer de actuar como autoridad moral, señalando que el Reino Unido provocó su propio triste destino, mientras que a él únicamente lo motiva su deseo de proteger el proyecto europeo.

El Sr. Macron es, indudablemente, un internacionalista. Pero también es presidente de Francia y, por lo tanto, heredero de una antigua rivalidad con el Reino Unido. Esta “relación de amor y odio” — documentada por la pareja académica anglo-francesa de Robert y Isabelle Tombs en su libro de 2006, “That Sweet Enemy” (Ese dulce enemigo) — ha influido profundamente las historias de ambos países.

Durante los últimos 25 años, los británicos se han sentido ufanos de su posición en relación con la de una Francia en dificultades. Actualmente, con el Sr. Macron seguro, con la Sra. May tambaleándose y con las negociaciones del Brexit y del torneo de tenis de Wimbledon comenzando pronto, es ‘ventaja’ para Francia.

Por Gideon Rachman (c) 2017 The Financial Times Ltd. All rights reserved

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