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Los ‘Soñadores’ estadounidenses son rehenes de un debate tóxico

El congreso debe encontrar una alternativa a la negociación fáustica sobre la inmigración de Trump

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Los ‘Soñadores’ estadounidenses son rehenes de   un debate tóxico
Manifestación.

Hace apenas una década, los senadores John McCain y Edward Kennedy unieron fuerzas para impulsar reformas ambiciosas en la política migratoria estadounidense. Incluso contando con el apoyo del entonces presidente George W. Bush, no consiguieron que el Congreso aprobara su proyecto de ley. Era difícil en aquellos momentos. En el clima venenoso de hoy, donde los problemas que afectan la raza y la identidad definen cada vez más las diferencias entre los dos partidos, la inmigración es un tema aún más tóxico.

Hasta ahora, el presidente Donald Trump ha sido característicamente inconsistente con respecto al asunto, por momentos expresando empatía con los llamados ‘Soñadores’, que incluyen alrededor de 3.6 millones de personas traídas ilegalmente a EEUU cuando eran niños, y en otros usándolos como fichas en la negociación. Sin embargo, el jueves, la Casa Blanca formuló propuestas que ofrecerían un camino hacia la ciudadanía para hasta 1.8 millones de inmigrantes indocumentados. Esto incluye 700,000 o más Soñadores que recibieron protección legal temporal bajo la iniciativa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) del expresidente Barack Obama que será eliminada por el Sr. Trump, y otros 1.1 millones que calificaban para la misma protección, pero no la solicitaron.

Sin embargo, a cambio, la Casa Blanca está pidiendo al Congreso que invierta US$25 mil millones para aumentar la seguridad fronteriza y la construcción de un muro con México, la bien conocida promesa de campaña del Sr. Trump. También les está pidiendo que acepten una serie de otras medidas más draconianas para frenar la inmigración, incluyendo una reducción en la migración patrocinada por las familias.

No es probable que los Demócratas tengan ganas de tragarse una píldora tan amarga. La propuesta del Sr. Trump se produce después de una semana en la que el presidente inflamó el debate al describir los países africanos como “países de mierda”, y se burló del líder de la minoría del senado, Chuck Schumer, después de que éste se retractara del cierre del gobierno debido al tema de inmigración.

Solucionar la situación de los Soñadores es una prioridad para el partido. Pero la oposición tanto al muro como a la finalización de la migración familiar es también vehemente.

Dicho eso, los demócratas están en una posición débil. Ya han jugado torpemente una mano mala. Al forzar un cierre del gobierno sobre el tema, hicieron posible que el Sr. Trump le preguntara al público si les importaba más la prestación de servicios públicos o el destino de los inmigrantes ilegales. La rápida capitulación de los demócratas después de un fin de semana planteó la pregunta: ¿por qué causar el cierre en primer lugar si no estaban planeando llevarlo a cabo? Es lamentable que tantas personas, cuya situación legal en EEUU está en dudas por causas ajenas a ellas, sean rehenes del resultado de este debate. Hay razones humanitarias obvias para ponerle fin a la incertidumbre sobre su futuro. También hay razones económicas sólidas. Ahora forman una parte importante de la fuerza laboral.

Sin embargo, el Sr. Trump, hábilmente, ahora ha puesto en evidencia a los demócratas ofreciendo más de lo que esperaban para los Soñadores, pero con una factura desagradable por el muro. Sería aconsejable que se resistieran a este acuerdo fáustico y buscaran una alternativa en el congreso.

Por remota que parezca, existe la posibilidad de un acuerdo bipartidista. Un pequeño número de republicanos está trabajando en un compromiso que evitaría otro enfrentamiento sobre el presupuesto. Si los demócratas quieren evitar que la frontera sur de EEUU se amuralle, harían bien en buscar apoyo adicional de los halcones del déficit del partido contrario. Después de todo, el Sr. Trump inicialmente prometió que México pagaría la enorme factura. Ahora les está pidiendo a los estadounidenses que lo hagan.

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