Cuantificación de avances

Se dice que en países como la República Dominicana hay falta de conocimiento y experiencia en la elaboración de proyectos de inversión. Y se añade que muchos recursos disponibles a nivel internacional se pierden por no haber presentado un proyecto en la forma y momento apropiados. Pero aunque persisten algunas limitaciones al respecto, la capacidad para preparar proyectos ha avanzado significativamente en nuestro país. Las mayores deficiencias las tenemos, sin embargo, en los análisis posteriores necesarios para evaluar sus consecuencias, siendo especialmente notorias las lagunas en materia de la determinación de resultados cuantitativos.

Una de las iniciativas más valiosas de nuestro conglomerado social ha sido la movilización de la opinión pública en favor de la educación. Reconocida la deplorable situación del país en esa materia, fue surgiendo un consenso acerca de la necesidad de elevar la proporción del gasto total presupuestado asignada a dicho renglón. Logrado ese objetivo, se requieren ahora medios para conocer si estamos avanzando y cuáles obstáculos persisten.

Ponderando la importancia del compromiso asumido con la educación, el Banco Mundial aprobó en abril pasado la concesión de fondos para un proyecto de dos años, dirigido a fortalecer la capacidad del Ministerio de Educación para producir y utilizar datos estadísticos relacionados con ese sector. Por un monto de hasta medio millón de dólares, el proyecto persigue integrar datos procedentes de diferentes fuentes, confeccionar índices de desarrollo, estructurar bases de datos, organizar talleres de trabajo, preparar procedimientos de monitoreo de calidad de la información, y asistir en la elaboración de estrategias y planes. Parte esencial del proyecto es que los datos recogidos se hagan de conocimiento público y sirvan de base para la toma de decisiones. Esto último implica voluntad para variar lo que no funciona bien.

Gustavo Volmar