Defensor del banco

Aquí, el banco de exportación Bandex ha recibido el apoyo del presidente Medina, del sector empresarial y de las cámaras legislativas. En los EE.UU., sin embargo, el renombrado Ex-Im Bank, equivalente aunque no idéntico a Bandex, estuvo sometido a fuertes ataques.

El Ex-Im Bank es una agencia federal cuya misión es promover el comercio exterior, específicamente las exportaciones estadounidenses. Sus lineamientos de operación se renuevan periódicamente y su historial ha sido impresionante, incluyendo préstamos de exportación para la Carretera Panamericana, para la reconstrucción de Europa con el Plan Marshall y para los nuevos países surgidos del colapso de la Unión Soviética, por no citar otros cientos de miles de millones de dólares otorgados para exportaciones de todo tipo.

Ese notable récord debió ser suficiente para que el Ex-Im Bank fuese apoyado por todos los sectores. No fue así. Los exportadores lo respaldaron, pero muchos políticos demócratas recelosos de las grandes empresas cuestionaron que fondos públicos fueran usados para ese fin. El propio Obama, cuando era candidato a la presidencia por primera vez, dijo que el banco era un fondo para beneficio corporativo del que podía prescindirse, pero luego cambió de opinión. Y a pesar de que el banco aportó US$3,500 millones al gobierno en la última década, fueron los republicanos más conservadores, opuestos a todo lo que sea estatal, quienes pugnaron más por eliminarlo. Maniobraron para dejar vencer su autorización de operación en junio del 2015, la cual fue después renovada, e impidieron la designación de miembros de su directorio.

Maniatado desde entonces por falta de quórum, el banco recibió el respaldo del presidente Trump, quien cuando era candidato dijo que sólo favorecía a los grandes negocios. Designó a su presidente y otro miembro faltante del directorio, y expresó que el banco crea empleos y beneficia a las pequeñas empresas.

Gustavo Volmar