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Desafío turístico

Los pocos miles de chinos que llegan actualmente son del todo insignificantes, pero eso podría cambiar en el futuro próximo

Consolidado ya como la mayor fuente de divisas y por su participación en el PIB del país, el sector turismo cuenta con una sólida infraestructura de hoteles y medios de transporte. Es sólo un recuerdo, tomado como ejemplo de pesimismo injustificado, aquella época en que se hablaba de los turistas de Miolán, en referencia jocosa a sus pronósticos sobre la llegada de decenas de miles de visitantes. Se cuestionaba dónde estaban esos turistas, dando a entender que únicamente existían en el ámbito de la fantasía.

Podría preguntarse ahora que dónde están los millones de chinos que se espera visiten el país luego de la apertura de las relaciones diplomáticas. En términos porcentuales, los pocos miles de chinos que llegan actualmente son del todo insignificantes, pero esa situación podría cambiar radicalmente en el futuro próximo. Si ocurre como con los turistas de Miolán, podríamos estar en vísperas de ver nuestro panorama turístico transformado, ya que los chinos no se distinguen por su preferencia por los enclaves hoteleros en zonas de playa. Se inclinan más por excursiones donde combinan lugares de importancia histórica, espectáculos folclóricos, museos, gastronomía creativa, centros de artesanía, recorridos por rutas urbanas, disfrute de ambientes naturales no contaminados, exposiciones, charlas sobre tópicos culturales y otras actividades similares. Todo eso significa que ésta puede ser la oportunidad para que el turismo se diversifique geográficamente, y alcance sitios del país que hasta ahora han estado esencialmente fuera de los destinos en auge.

Pero igual que en la época de Miolán, el logro de ese objetivo luce como una tarea formidable. Habría, por supuesto, que crear esas otras actividades alternativas, lo que conduce al clásico dilema de cómo incentivar la oferta antes de que llegue la demanda. Pero aparte de eso, está también cómo hacer atractivos y rentables viajes en avión de quince o más horas de duración.

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