Intereses en alza

Las perspectivas de aumento en las tasas de interés del mercado financiero internacional se han fortalecido, sin necesidad de un pronunciamiento en ese sentido de parte de los principales bancos centrales del mundo.

Hasta hace menos de un mes, la atención de los participantes en ese mercado estaba puesta sobre las señales dadas por las autoridades de la Fed, el banco central de los EE.UU. Ponderaban todo cuanto ellas decían o no decían, interpretaban su significado, sacaban sus conclusiones y formaban sus expectativas. Todavía lo hacen, pero su atención está puesta ahora sobre las actuaciones del nuevo gobierno estadounidense. No es que ese gobierno haya anulado la Fed, sino que las decisiones que está tomando reducirán el margen de discreción que tendrá ese organismo. Tres factores inciden para que eso suceda.

Un factor, muy debatido en los medios de prensa, es la designación en áreas económicas del gobierno de funcionarios vinculados al sector bancario. La política de tasas ínfimas de interés ha perjudicado a ese sector, estrechando el rango de tasas activas y pasivas y reduciendo sus márgenes de intermediación. Su acceso actual a las esferas del poder político contrasta con su rezago en el gobierno anterior, y presagia influencias por tasas de interés más elevadas, perspectiva reflejada ya en el precio de sus acciones.

Otro factor radica en la reducción, que el gobierno se propone lograr en el Congreso, de los controles y requerimientos aplicados luego de la crisis del 2008. Eso permitiría mecanismos crediticios más agresivos y una mayor demanda por fondos para la concesión de préstamos, poniendo presión alcista sobre los intereses.

El tercer factor tiene que ver con el aumento en las inversiones en infraestructura que el gobierno planea llevar a cabo al mismo tiempo que reduce impuestos, lo que acercaría a la Fed a su objetivo de inflación y la haría acelerar sus incrementos de tasas.

Gustavo Volmar