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Equidad de género
Equidad de género

Mar masculino

El Consejo Nacional y el Consejo Consultivo de Competitividad están compuestos por personas que en una columna anterior equiparamos a los integrantes de un equipo de béisbol seleccionado para participar en el juego de estrellas. Les distingue su formación, experiencia y ubicación como empresarios o funcionarios gubernamentales. Pero aparte de por su elevada calificación, también se distinguen por la abrumadora preponderancia de individuos de sexo masculino. El 100% de los representantes del sector público en el Consejo Nacional, y 89% de los del sector privado, son hombres. Y lo son también 93% de quienes forman parte del Consejo Consultivo. En la foto de su juramentación que aparece en la web del organismo, cuesta trabajo encontrar a las mujeres entre un mar masculino. Ese marcado desequilibrio refleja la realidad prevaleciente en el país, a la cual se ajustó el decreto que los designó. La posición laboral de las mujeres dominicanas muestra evidentes avances respecto de cómo era en el pasado, habiendo ellas logrado progresar en los cargos públicos y en las estructuras empresariales. Pero esos avances han ocurrido sobre todo en los niveles bajos y medios, especialmente en lo que concierne al ámbito empresarial. Con algunas notables excepciones, los más altos ejecutivos siguen siendo hombres. No es nuestro país el único en que eso sucede. Según datos del 2017 de las empresas incluidas en la lista Fortune 500, apenas 6.4% de las máximas posiciones ejecutivas eran ocupadas por mujeres, y de ellas sólo una dirige una de las mayores treinta corporaciones. Y eso a pesar de la fortaleza alcanzada por los movimientos feministas y la igualdad de género en la opinión pública de los países occidentales. En Asia, incluyendo Japón, China y Corea del Sur, el predominio masculino en la cumbre es mucho mayor, por no hablar de la flagrante desigualdad imperante en los países árabes.

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