No aparece

La célebre película titulada Alien, el Octavo Pasajero fue un gran éxito de taquilla, al punto de ser seguida por varias secuelas y precuelas. En el filme una temible criatura sube a bordo de una nave espacial anidada en uno de los miembros de la tripulación, luego de una visita exploratoria a los restos de otra nave perdida en un lejano planeta. Comenzando por su infortunado e involuntario transportador, uno tras otro de los tripulantes perece, hasta que sólo una mujer y su mascota sobreviven.

En un caso de la vida real, sin embargo, nadie parece haber sobrevivido, y un pasajero desconocido podría haber sido la causa. El avión de Malaysia Airlines, vuelo MH370, desaparecido el 8 de marzo de 2014 en ruta hacia Beijing permanece sin resolver, pero una teoría propuesta en marzo pasado apunta a que un misterioso pasajero extra tomó el control de la aeronave antes de que se precipitara al Océano Índico, contando para ello con apoyo externo. No hay ni que decir que esa teoría no ha tenido mayor acogida.

Del Boeing 777 perdido sólo han aparecido tres fragmentos frente a las costas del este de África. Técnicos australianos asumieron un gran papel en la investigación, pero el martes de la semana pasada dieron por cerrado el caso con un informe de 440 páginas. Señalan que la desaparición es inconcebible e inaceptable, pero añaden que el entendimiento sobre dónde podría yacer el avión “es mejor hoy que nunca antes”. Para los familiares de las víctimas, sin embargo, eso no sirve de consuelo, pues la dura realidad es que el aparato no aparece.

La única certeza es económica. Millones de dólares han pasado desde las aseguradoras a la línea aérea, y de ésta última a los familiares, pero permanecen en las cortes reclamos por muchos millones más. En principio, la aerolínea es responsable, y a ella le toca demostrar que no incurrió en negligencia o que la responsabilidad corresponde, parcial o totalmente, a terceras partes.

Gustavo Volmar